Tijuana.- El número de embarazos en adolescentes en la región de Baja California se mantiene en una tercera parte de la población entre los 12 y 19 años de edad, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud.

En entrevista con la doctora Denys Juárez Rodríguez, coordinadora del Programa de Salud Reproductiva, manifestó que tan solo en la región metropolitana de Tijuana, Playas de Rosarito y Tecate en el año 2019, los embarazos en adolescentes superaron el 25% del total de nacimientos registrados solo en las unidades de la Secretaría de Salud.

Contabilizando los casos del Instituto Mexicano del Seguro Social, el porcentaje se eleva por arriba del 33% de la población embarazada.

Una de las estadísticas faltantes en este rubro de embarazos adolescentes es la que se presenta en clínicas y hospitales particulares, la mayor parte del tiempo se conoce de estos partos cuando las jóvenes llegan a los centros de salud u hospitales solicitando atención médica para sus hijos, como lo es el servicio de vacunas.

Tan solo en el primer trimestre del año 2020, más de 300 casos de embarazos adolescentes fueron detectados en los centros de salud de Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito, informó la doctora, una tendencia muy parecida a los años anteriores.

En el caso de los embarazos adolescentes, la posibilidad de que el producto sea prematuro, es decir el bebé, incrementa considerablemente, señaló la especialista en ginecología, sobre todo si la salud de la madre no es buena desde el principio de la gestación.

“Para empezar, el cuerpo de una adolescente no está preparado al 100% para la gestación, lo que la hace más susceptible a las complicaciones”, enfatizó la especialista, a lo que se suma el hecho de que las jóvenes por lo regular acuden a la consulta ya avanzado el embarazo.

El no conocer el embarazo en el primer trimestre impide al personal de salud realizar acciones para mejorar las condiciones de la gestación primeriza en una adolescente, lo cual es indispensable, tomando en cuenta que es un embarazo de alto riesgo, para el cual la futura madre no está física ni psicológicamente preparada.

En el contexto de la pandemia preocupa al sector salud la baja en las consultas de control prenatal, ya que al no estar en monitoreo constante es más difícil prevenir posibles afectaciones en la salud, tanto de la madre como del bebé.

“Desde el mes de marzo, la asistencia de las mujeres embarazadas disminuyó considerablemente, en parte por el miedo de salir, y oír el mensaje de quédate en casa”, dijo la doctora, quien señaló que se está trabajando en recuperar las consultas con las pacientes.

Esta situación no es exclusiva de las embarazadas adolescentes, se presentó en todas las edades, indicó Juárez Rodríguez, por lo que a través de las acciones de difusión, en calle, redes sociales y páginas electrónicas, la Jurisdicción de Servicios de Salud ha trabajado en la localización de las pacientes para prevenir complicaciones durante la gestación y el parto.

“Las consultas nos permiten saber que el bebé se está desarrollando bien, que la mamá está en buenas condiciones para su parto normal y en caso de no ser así, poder actuar de manera anticipada”, mencionó la doctora de la Jurisdicción de Servicios de Salud.

Actualmente las mujeres embarazadas en general, atendidas en los centros de salud, están acudiendo solo por su hoja de referencia para el hospital, cuando ya se acerca su fecha de probable parto, detalló la doctora, después de haber dejado de asistir a su control prenatal.