Tijuana.- Durante esta administración estatal se han llevado a cabo 97 adopciones en Baja California, de acuerdo con Mónica Vargas Núñez, directora del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), pero 38 menores de edad aún esperan por una familia.
“Tenemos alrededor de 38 que están en proceso de mesa técnica para subirse al consejo de adopciones”, detalló la funcionaria.
Vargas Núñez mencionó que los rangos de edad de los menores que permanecen bajo la protección de DIF estatal abarcan desde 1 mes de nacido hasta el periodo de adolescencia.
“Principalmente de 1 mes de nacido a 7 años son los que generalmente las familias manifiestan querer adoptar (...) Los adolescentes son sumamente difíciles, representan un 2% de los menores”, agregó.
Durante esta gestión estatal, destacó la directora de DIF, se han registrado adopciones internacionales, una de ellas por parte de una madre soltera que adoptó a cuatro adolescentes.
“Una mamá que pasó por todo el proceso, finalmente se determinó que cumplía con todos los requisitos”, dijo.
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Sobre el actual proceso de adopción, Mónica Vargas explicó que, gracias a la nueva ley de adopciones, los procedimientos son más cortos, incluso hasta de nueve meses de duración, periodo en el que las familias deben comprobar que no tienen antecedentes penales, mostrar comprobante de domicilio, entregar cartas de recomendación, acudir a valoraciones psicológica y posteriormente asistir a los programas de escuela para padres.
“Se les da su constancia de idoneidad. Finalmente pasan a mesa técnica del Consejo de Adopciones, donde se vota y se determina cuál es el niño que va a formar parte de determinada familia”, agregó.
Cuando el menor es integrado a la familia, esta es visitada por trabajadores sociales de DIF estatal.
“Vamos verificando y evaluando el comportamiento de los papás y que los niños se sientan cómodos. No soltamos este seguimiento y valoración”, dijo.
Para finalizar, la directora del DIF Estatal, respondió que durante esta administración se han registrado dos revocaciones, donde los padres manifestaron no querer continuar con la adopción.
“Para nosotros fue una situación triste, lamentable, con una mezcla de emociones, porque no entendemos cómo pudieron solicitar una adopción y después decir, ya no”, concluyó.
