Esta semana, Juan Carlos Luna no sabe cómo pagará a la renta del fin de mes, pues desde hace tres meses su negocio establecido en la zona turística de Playas de Rosarito, dedicado a la venta de artículos de surf y clases de este deporte, se encuentra cerrado por la pandemia del coronavirus, dice que sus ventas colapsaron hasta en un 95% y sobrevive de algunas ventas por internet.
“Toda la renta es en dólares y el dólar está subiendo, creo que es un gran problema para nosotros los pequeños comerciantes el que estamos enfrentando, en mi caso particular siempre hemos trabajado con turismo local, vamos a enfocarnos más en eso, pero sí nos pegó muy fuerte las cuestiones de la renta que son en dólares”, dijo Juan Carlos.
En la misma situación se encuentran alrededor de tres mil comercios turístico-establecidos, mencionan que las ventas de sus negocios de la zona turística cayeron en 95%, sin capacidad económica para solventar el gasto más fuerte, las rentas, cuyos contratos están en dólares.
Juan Silva es un artesano que se dedica a la venta de sus productos en el Centro Artesanal de Rosarito, paga 250 dólares mensuales por renta de un pequeño espacio, dice que la necesidad económica lo orilló a abrir su negocio este fin de semana.
“Estuvimos cerrados más de dos meses y medio con mi familia y fueron tiempos muy difíciles para nosotros los rosaritenses y nosotros los artesanos, pero ya no podemos más. Todo el mundo ya no podemos sostenernos económicamente por la pandemia”, dijo don Juan Silva.
Dice Juan Silva que saben que no está permitida la apertura de sus negocios por considerarlos no esenciales, pero lograron un acuerdo con la autoridad municipal, cumpliendo con medidas sanitarias, pues después de dos meses y medio de cerrar los puestos de artesanías, no tiene ingresos económicos en su familia y Juan Silva ha vivido pidiendo dinero prestado a familiares y sacando dinero de una tarjeta de crédito para completar los gastos de su negocio.
“Lógicamente bajaron 100% las ventas porque cerramos completamente, pero ahorita estamos poniéndonos un día sí y un día no, trabajando, ahora sí que cae un poquito de dinero para nuestra familia, para la manutención, porque la verdad ya estábamos ahogados de deudas.”
Para que pudieran abrir el Centro Artesanal de Rosarito les pidieron que colocaron filtros sanitarios en las dos entradas del inmueble, donde se revisa la temperatura de turistas, se pide el uso de cubrebocas, de no contar con la mascarilla, los artesanos les entregan una desechable y le piden utilizar gel antibacterial a los visitantes.
Para evitar concentraciones de personas, solo 30% de los comercios de artesanías puede abrir en el centro artesanal y entre locatarios se turnan para abrir los establecimientos en el mercado de artesanías, que aglomera alrededor de 200 locales.
Los turistas se adaptan a la nueva normalidad y las familias caminan por las calles con cubrebocas, algunos con diseños artesanales mexicanos que adquirieron de los pasillos del centro artesanal; como la familia de don José Anguiano que viene de El Cajón, CA, menciona que saben de la pandemia, pero son varios meses que tienen sin salir y están tomando todas las precauciones sanitarias para pasear en familia.
“Llevábamos como unos tres meses o más sin salir, pues un día teníamos que salir oiga, traemos cubrebocas y nos lavamos las manos, pero ya que sea lo que Dios quiera, de algo nos vamos a morir”.
“Toda la renta es en dólares y el dólar está subiendo, creo que es un gran problema” Juan Luna Comerciante
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