Tijuana.-La familia de Elizabeth “Liz” Puga, quien desapareció hace ya dos años en esta ciudad, teme por su seguridad tras haber sido amenazada por buscar a la joven de 25 años de edad, señaló su madre, Alejandra Vega.
Comentó que la familia tuvo que dejar la ciudad durante dos meses, y se han tenido que mudar en tres ocasiones de domicilio por las amenazas, algunas de ellas en redes sociales.
“Como todas las familias cuando pasamos por algo así tenemos demasiado miedo (...) Fue algo muy feo lo que le pasó a mi hija, nos amenazan con hacernos lo mismo”, comentó.
Alejandra Vega denunció que las investigaciones por la desaparición de su hija no han avanzado, así que la Fiscalía General Estatal (FGE), no ha logrado crear una línea de investigación firme.
Comentó que hace un año también realizaron una manifestación y el mismo día se reunieron con la fiscalía, constatando que el expediente estaba compuesto por 31 hojas, principalmente copias de documentos personales de la víctima.
“Información no había, y la poca información eran declaraciones mías, de mi familia, de las pocas amistades que se prestaron a declarar, no tenían investigación (...) Se perdió toda la información que yo llevé en un principio”, afirmó.
Elizabeth trabajaba como cosmetóloga y le había informado a sus familiares que llevaba tiempo siendo acosada.
La última vez que sus amigos y familia supieron de ella fue el 5 de julio de 2020, mismo día que la joven encontró bombas molotov cerca de su carro, razón por la que se comunicó con su familia, y ese fue el último contacto.
ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
“Sus últimas palabras decían que tenía mucho miedo, que se sentía acosada”, mencionó su mamá.
La mañana de este martes, miembros del Colectivo “Todos Somos Erick Carrillo” acompañaron a los familiares en una marcha pacífica que inició en la glorieta de Cuauhtémoc, para exigir justicia por Liz.
La mamá de Elizabeth pidió a las autoridades que hicieran su trabajo y no les dejen todo a los familiares y colectivos.
“Ya es justo que ustedes se mueven también después de dos años, en un principio no pudieron hacer nada por mi hija”, dijo Vega.