Tijuana.- Gerardo Soto Jarquín inició hace un par de meses con un puesto de burros en el Fraccionamiento Jalisco, llamado el “El Burro-Tote”. Las primeras semanas transcurrieron con normalidad, vendiendo hasta 200 unidades semanalmente.
Todo cambió hace unos días, la pandemia del coronavirus que ha frenado la economía a nivel global, empieza a provocar las primeras afectaciones en su bolsillo, pues ahora no llega ni a vender 15 burritos por día.
“Este problema nos está partiendo en dos a todos los que nos dedicamos a ser nuestro propio jefe. Nos está orillando a tomar medidas a las cuales no quisiéramos llegar, ya que, honestamente, creo que perdemos menos cerrando que teniendo abierto y mermando la inversión del día”, expuso el emprendedor.
A diferencia de las grandes empresas, Soto Jarquín no cuenta con posibilidades de darse el lujo de cerrar por semanas y realizar una cuarentena, como han pedido como medida para hacer frente al COVID-19. Para subsistir ha debido empezar a laborar bajo pedido o ofrecer promociones a sus clientes más fieles.
“Entiendo las medidas de seguridad tomadas, y creo yo que haría lo mismo al quererme cuidar y evitar contagiarme, pero cuando estás de este lado es más frustrante puesto que, literalmente, si no vendo no como. Creo yo que esto del COVID-19 si no me mata a mí, el virus sí matará a mi negocio”, expresó.