Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- El abasto de agua es uno de los grandes retos que tienen las ciudades en el mundo, y las desaladoras son una opción que debe ser valorada con mucho cuidado, consideró José Luis Cortés, presidente dela federación de colegios de arquitectos de México.
“También tenemos que incursionar en el análisis de reutilización del agua”, subrayó el profesionista.
Desalar agua de mar es una opción cuando no hay otras fuentes y resulta más barato que otras posibilidades, mencionó.
Un ejemplo extremo es Israel, que debió tomar el agua con alta concentración, salida del Mar Muerto “a un costo muy alto”, pero no tienen otra opción, destacó.
Comentó que como sucede en Baja California, en muchos otros lugares el agua es trasladada desde largas distancias y esto trae pérdidas en el camino.
“Se desperdicia por tomas clandestinas o porque no hay una red de drenaje pluvial, sino que está con la red de drenaje sanitario y el agua de lluvia se va por las cañerías. No hay reúso”, agregó.
Destacó que las grandes ciudades que han tomado medidas hoy tienen grandes plantas de tratamiento de agua, y así las aguas industriales no contaminan ríos, arroyos o el subsuelo.
“Se tiene que hacer un análisis costo beneficio muy detallado de las alternativas posibles. No descarto ninguna, simplemente ver cómo gastamos los pocos recursos que tenemos de la manera más inteligente”, señaló.