Karina Torres
Tijuana.- Después de cinco días de haber sido notificados, y de haber sido clausurado el espacio en el que se albergaban, el último grupo de migrantes
-conformado por aproximadamente 35 personas- que continuaba dentro de la bodega autodenominada “Contra viento y marea”, en la zona Centro de Tijuana, aceptó desalojar de forma voluntaria el inmueble durante la mañana de ayer miércoles.
Alberto Rivera Colón, pastor de la iglesia AGAPE Misión Mundial, explicó que los migrantes aceptaron trasladarse al albergue que dirige junto con miembros de la iglesia ubicada en la colonia nueva Aurora a pocos metros de la plaza comercial Loma Bonita, y en donde, por el momento, dan atención a 50 migrantes; todos, pertenecientes a la caravana que llegó a la ciudad desde el pasado mes de noviembre.
“Se llegó a este acuerdo y ya aceptaron ser trasladados. Nosotros vamos a tener allá con nosotros (a) varios de los inmigrantes; tenemos 50 inmigrantes que ahorita están con nosotros; ahorita nos estamos llevando otros inmigrantes; quedaban ahorita unos 40”, expresó.
Luego de ser notificados el pasado viernes 4 de enero del desalojo, los migrantes indicaron que se promovería un amparo para evitar que fueran obligados a salir del inmueble; sin embargo, el procedimiento se detuvo porque el abogado que presuntamente los representaba intentó interponer en dos ocasiones el recurso legal, el cual fue rechazado, indicó Rivera Colón.
“Los abogados de los inmigrantes les dijeron que resistan; ‘podemos ganar el amparo. Si ganamos el amparo, podemos llevar dos, tres años peleando el amparo’. Los inmigrantes vieron con buena intención; ellos decían ‘vamos resistir (…) no lo estamos haciendo por nosotros, lo estamos haciendo por otras caravanas que vienen’. Si se van al amparo, podemos tener un lugar que cuando vengan las caravanas, puedan venir (al espacio)”, explicó. Lo anterior, ante la falta de espacios designados por la autoridad para atender a las personas en contexto de migración que llegan del sur del país y Centroamérica, así como otras partes del mundo.
Hasta la mañana de ayer miércoles, más de 30 migrantes continuaban dentro de la bodega que fue habilitada desde el pasado 14 de diciembre como refugio para un promedio de 600 migrantes que pernoctaban en la calle 5 de Mayo luego de que la unidad deportiva Benito Juárez fuera desalojada.
Pese a los intentos de diálogo por parte de la autoridad federal y de que el inmueble fuera clausurado por autoridades de salud del Gobierno del Estado, tomó cinco días convencer al pequeño grupo que permanecía en las inmediaciones para que aceptaran ser trasladados a otro albergue de la ciudad. Ninguno aceptó ser reubicado en el albergue que se instaló en el centro de espectáculos “El Barretal” en la zona este de la ciudad.