Tijuana.- Las muertes de migrantes que intentan ingresar a Estados Unidos irregularmente entre Tijuana y San Diego han disminuido este año, dicen autoridades de ambos lados de la frontera, pero organizaciones civiles no confían en esas cifras oficiales
Roberto Gómez llegó a Tijuana hace 15 días con su esposa y dos hijos, huyendo de la inseguridad de su lugar de origen, Acapulco, Guerrero.
Actualmente viven en un albergue de la sociedad civil y mencionó que para él no es una opción cruzar la frontera ilegalmente porque ha escuchado sobre los riesgos.
“Nos han dicho que a las familias les va mal, he escuchado a varias personas que se han cruzado y al final regresan. La gente se desespera y se han ido a cruzar, es peligroso porque te tienes que brincar y te puedes fracturar un pie. Corren mucho peligro también al cruzar el desierto, también por el mar y ríos”, comentó.
De acuerdo con David Pérez Tejada, titular del Instituto Nacional de Migración (INM) en Baja California, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) tiene registro de 38 muertes de migrantes solamente en la frontera de Tijuana con San Diego.
Durante todo 2022 se registraron 39 muertes, mientras que en 2021 fueron 31, no sólo mexicanos sino de distintas nacionalidades.
“Cruzan por mar, el desierto y zonas montañosas (...) Es algo que ocasiona un alto peligro para las familias y los individuos, porque es cuando se generan las muertes, como por ejemplo: ahogamiento, caídas y consecuencias graves, fracturas, son muchos casos”, explicó.
En la última semana, dijo el titular del INM, se registraron entre 200 y 300 intentos diarios de cruces irregulares desde Playas de Tijuana hasta Tecate, pero estas cifras han llegado hasta 500.
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“Hay gente que sopletea el muro y hace huecos para pasar, hay gente que atraviesa a través de las alcantarillas, hay gente que brinca el muro, cada uno opta por algún tipo de cruce, y es difícil determinar por dónde lo hacen. Es variante, cambia semana a semana”, dijo.
Los migrantes son llevados por traficantes de personas hasta zonas muy peligrosas, explicó Pérez Tejada, como lugares montañosos a la altura de Otay y la carretera de cuota Tijuana-Tecate.
Estos son los puntos con el mayor número de muertes de personas en situación de movilidad.
“Los pueden asaltar, pueden morir por deshidratación y golpe de calor. En Tijuana los puedan dejar en un cañón o los pueden dejar en Tecate como abandonaron a personas en el Parque Eólico de La Rumorosa, que tardamos 14 horas en rescatarlos (...) Los dejaron en puntos donde corren riesgo, no tienen suficiente alimento o agua para mantenerse, y otros corren el riesgo de morir en el intento de brincar el muro”, detalló.
Gracias a la aplicación CBP One, con la que migrantes pueden tramitar una cita para buscar solicitud de asilo, los intentos de cruces irregulares hacia Estados Unidos han disminuido, afirmó el representante del INM en Baja California.
Sin embargo, Jesús Eduardo Castro Rodríguez, del área de Desarrollo y Comunicación en la Organización Youth International, afirmó que los cruces van en aumento, así como el número de migrantes que mueren al intentar cruzar la frontera.
“Si bien la aplicación CBP One ayuda a realizar ciertos procesos para un grupo específico de migrantes, tenemos que decir que la migración tiene diferentes rostros. No es lo mismo una persona que viene movilizada por cuestiones de buscar un mejor futuro económicamente, que una persona que está huyendo por la inseguridad. CBP One si ayuda, pero no es la solución”, dijo.
Sobre el número de personas que han perdido la vida intentando cruzar la frontera, Castro Rodríguez detalló que luego de entrevistar migrantes estiman 65 muertes sólo en 2023.
“Son vastas las áreas donde las personas cruzan, no hay una sistematización de la búsqueda de personas porque no hay un registro, al no haber registro es lo que se va encontrando”, agregó.
En un albergue de Tijuana, una migrante que se identificó como “Lily” y que abandonó su hogar en Toluca junto a sus tres hijas, mencionó que la espera en la aplicación CBP One ha sido larga y por eso ha pensado en cruzar la frontera ilegalmente.
“Voy a buscar a un ‘pollero’ si no obtengo mi condición de refugiado en Estados Unidos”, expresó pese a los riesgos.
Para finalizar, el activista de Youth International mencionó que para evitar los cruces irregulares es necesario que sean asesorados por autoridades mexicanas.
“De este lado opinamos que debe haber mayores mecanismos, pensar en la migración no solo como una cuestión política, sino también de derechos humanos para gestionar políticas con esta perspectiva. Puedan ayudar a las personas no a cruzar, sino a contar con mecanismos que los ayuden a cuidar su integridad”, concluyó.