Tijuana.- Tal vez el tema ya se normalizó en la sociedad. Ya cada vez parece menos el asombro al observar a una persona adicta a la heroína tirada sobre la vía pública, con su cuerpo apenas sosteniéndose, esto en los mejores casos, otros tantos en el suelo.
En un recorrido por el centro se pudo observar que esta problemática no disminuye, por lo menos es lo que se percibe al caminar por diferentes espacios de la zona, donde se logró ver a adictos a la también llamada “chiva” inyectándose en plena mañana, como si se tratase de un almuerzo.
Y es que el consumo cotidiano de la heroína puede conducir a su tolerancia, llevando a los consumidores a inyectarse más cantidad de droga para tener el efecto, dando paso a la dependencia, según un informe de Medline Plus, un servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
El texto también explica que cuando los usuarios dependientes dejan la droga, tienen síntomas de abstinencia, los cuales incluyen agitación, dolor muscular y óseo, diarrea, vómitos y escalofríos con "piel de gallina".
Ante todos estos efectos se enfrentan aquellos que han por diferentes motivos han caído en una de las drogas más fuertes que existen en el mercado negro, a la cual se ha unido el fentanilo, la cual también comienza hacer estragos en los consumidores.
De acuerdo al Informe sobre la situación del consumo de drogas en México y su atención integral 2019, el consumo de heroína ha permanecido estable desde 2008, con prevalencias de uso alguna vez de 0.1% (106 mil) en 2008 a 0.2% en 2016, lo que equivale a 145 mil personas, de las cuales más de 140 mil son hombres.