Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- Las adopciones por parte de parejas del mismo género son un tema difícil de tratar para los ciudadanos, aunque no todos rechazan esa probabilidad.
Lourdes Castellanos se dice a favor, y asegura que en su familia el tema de la homosexualidad no es ningún tabú. “Hay mucho niño que sufre y está en la calle. ¿Por qué no darles un hogar? No importa del sexo que sea. Mientras exista el amor a los niños pienso que está bien”, opinó.
Pero no en todas las familias existe la misma apertura, como en el caso de Luis Pimentel, que prefiere guardarse una opinión. “No es bien visto. En mi familia, no creo. Son hermanos, son testigos de Jehová. Son estrictos en muchas cosas”, mencionó.
Daniel Haro, otro ciudadano entrevistado por El Sol de Tijuana, sugirió que estas familias estén bajo observación de especialistas para garantizar un buen desarrollo tanto de los padres como de sus hijos. Se trata de una situación difícil y muy complicado de tratar, comentó el también padre de familia que procuraba medir todas sus palabras. “No los juzgo, yo creo que todo el ser humano tiene el derecho de realizar su vida (…) no sé, no quiero regarla allí”, expresó.
La iglesia ha ido flexibilizando su postura sobre el tema que antes condenaban, e incluso, recientemente, el arzobispo Rafael Moreno Barrón dijo que no negarán el bautismo a los hijos adoptados por parejas gay.
Además, DIF estatal dijo esta semana que hay tres procesos de adopción por parte de parejas homosexuales en el estado, y están siguiendo el trámite.
Recientemente una de esas parejas consiguió un amparo judicial para buscar la adopción, aunque de acuerdo con la paraestatal, la inconformidad fue por los análisis de laboratorio que les fueron solicitados como a cualquier otra persona.