Tijuana.- Ante los constantes ataques de los que son víctimas, personal del Instituto Nacional de Migración (INM), portará chalecos antibalas, informó el titular de dicha dependencia en Baja California, David Pérez Tejada Padilla.
Según el funcionario federal, la petición ha venido desde los mismos empleados del INM, que temen ser víctimas de algún atentado a manos de traficantes de personas.
“Nuestra gente quiere hasta chalecos antibalas, nos los están pidiendo y la verdad se los voy a cumplir. Estoy hablando con las corporaciones policiacas y de ser necesario adquirirlos por parte de área central. Yo no tengo el presupuesto actualmente, pero ya lo estamos analizando”, expresó.
Pérez Tejada precisó que los chalecos serían para alrededor de 50 agentes, los cuales están integrados al equipo de respuesta inmediata y equipo táctico,
“Tenemos alrededor de un ataque a la semana. Nos han dañado unidades, nos han amenazado verbalmente. El más grave fue el pasado mes de septiembre de 2023, que hubo disparos cerca de un agente nuestro, el otro día hubo un rescate en Jacumé, también hablaron y se escuchaban disparos cercanos, a lo mejor puede ser gente que está en los cerros vigilándonos y realizan disparos para ocasionar miedo y temor en nuestros agentes. De que corren un riesgo, sabemos que lo hay”, comentó.
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Mencionó que la instrucción dada a los agentes del INM, es la de evitar hacer recorridos en zonas problemáticas, si no cuentan con el respaldo de la Guardia Nacional o alguna corporación policial.
“Lo que estoy pidiendo es que no vaya a algún lugar ante un llamado de auxilio o de rescate, ya sea por parte de Patrulla Fronteriza o el C4, si no van a acompañados de Guardia Nacional, Policía Municipal o la Fuerza Estatal o la Marina. Hay muchas corporaciones que pueden brindarnos ese respaldo, acompañamiento y lo que menos queremos es algún tema de riesgo para nuestro equipo”, manifestó.
Por último, descartó por el momento que se les vaya a otorgar armas a los agentes del INM, ya que esto representa un largo proceso burocrático.
“El proceso armado implica el permiso de portación de arma por parte del Ejército y que le demos la capacitación adecuada. Lo veo muy lejano sobre todo por tema de derechos humanos, aunque sería únicamente para defendernos de un traficante de personas o de alguien del crimen organizado”, concluyó.
