Los agresores de mujeres deben ser reeducados, ya que en caso que sean sentenciados a prisión por violencia familiar, estos finalmente regresarán con sus hijos y no saben qué clase de paternidad ejercerán con ellos, manifestó la diputada local por Morena, Michel Sánchez Allende.
La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y Juventudes de la XXIV legislatura, expuso que dado el aumento en la violencia familiar en Baja California como en Mexicali, es muy importante que las instituciones empiecen a trabajar en temas de prevención.
Mencionó que las instituciones se centran en la atención a la mujer, lo que es positivo debido a que por lo regular son las víctimas de violencia, pero también falta desarrollar el otro enfoque.
“Se trata de la reeducación de los agresores, las mismas recomendaciones de la alerta de género le piden al Poder Ejecutivo, que cree los centros de reeducación de conductas violentas, nos urge, claro que estamos de acuerdo en las penas, ella misma ha presentado una iniciativa para aumentar la mínima de violencia familiar, ahorita es de 6 meses la mínima, queremos que sea de 4 años”.
“Lo que necesitamos es que además de las penas, haya una reeducación de agresores, porque claro, también hay que castigarlos, pero al final son padres, no sabemos cuáles son las historias de violencia que vivieron en lo personal, y claro que las niñas y los niños merecen tener padres amorosos, atentos, de que cuiden, que ejerzan la paternidad de manera responsable”.
No se puede estas re victimizando a las mujeres, a las niñas, adolescente, sino también ver qué se puede hacer por ellos, por los agresores, comentó la representante popular por Morena.
Sánchez Allende cuestionó que si un padre de familia es condenado a prisión por violencia familiar, cuando salga, va a regresar con sus hijos, ¿de qué manera va a ejercer su paternidad?, ninguna mamá quisiera que su niño estuviera al lado de un agresor.
“Es importante que el estado, además de desarrollar una serie de políticas públicas que sean para atender a las mujeres víctimas de violencia, el resguardo, la atención la contención emocional y psicológica, el acompañamiento de la denuncia.
“También tenemos que añadir este enfoque, porque al final no podemos dejar afuera a esos padres que a lo mejor tuvieron una vida difícil, pero no hay manera de justificar la violencia a la familia”.