Tijuana.-Representantes del albergue migrante LGBTI+ “Casa de Luz” denunciaron acoso e intimidación por parte de autoridades estatales y municipales, temiendo que el espacio que da refugio a más de 38 personas en Playas de Tijuana, sea clausurado.
Irving Mondragón, director de Casa de Luz, señaló que tras una inspección sorpresa e intimidante por parte de Protección Civil municipal y estatal, así como la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), amenazaron con clausurar luego de detectar una botella de lysol en un baño, un garrafón de agua sin tapadera, así como la comida fuera servida por una solicitante de asilo que no traía cofia y guantes.
“Las observaciones hechas por las autoridades en cuanto a la seguridad de nuestra casa son, en conclusión, parte de una estrategia de intimidación. Proponemos un diálogo con la sociedad civil, con todos los albergues locales y la representación de los tres niveles de gobierno, para que la autoridad asuma sus responsabilidades con las personas extranjeras y connacionales que forman parte del flujo migratorio”, expresó.
En conferencia de prensa, relató que estas intimidaciones llegaron tras la expulsión de dos personas, canalizadas desde la Subdirección e Inclusión municipal.
“El 18 de febrero, personal de Casa de Luz se dio cuenta que dos de esas seis personas se encontraban en estado de ebriedad, alterando con su comportamiento la convivencia y la tranquilidad de nuestra casa. Por esto, se les pidió abandonar el lugar; ante ello, dichas personas agredieron física y verbalmente a otros residentes de la Casa”, comentó.
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Dijo que al ser trasladadas, se omitió los mínimos protocolos para la canalización de personas hacia ese espacio, ya que nunca manifestó que dichas personas ya habían sido expulsadas de Casa Arcoíris tras haber llegado en estado de ebriedad.
Por su parte, Jocelyn (omitió dar su apellido), integrante de la comunidad LGBTI que huyó de Michoacán por haber sido amenazada de muerte, pide que el espacio no sea cerrado por las instancias gubernamentales.
“Temo que cierren porque ningún lugar lo siento más seguro, solo quiero respuesta, ya no me siento segura en otro lado. Me siento mal y quiero seguridad, nos tratan con cariño”, manifestó.