El albergue habilitado en el gimnasio de la Unidad Deportiva Reforma para migrantes venezolanos expulsados de Estados Unidos se encuentra al máximo de su capacidad, indicó Enrique Lucero Vázquez, director de la Dirección Municipal de Atención al Migrante (DMAM).

Las últimas cifras señalan que el refugio tiene 299 personas, de las cuales 297 son de origen venezolano, y dos provienen de Jamaica.

“52 personas venezolanas abandonaron la unidad, han optado por irse a otras ciudades como Ciudad Juárez, Matamoros y Ciudad de México (...) Se enteraron que en Matamoros hay una organización que está haciendo las labores para ingresarlos a Estados Unidos a través de una excepción al Título 42”, mencionó Lucero Vázquez.

El funcionario municipal dijo que estos ingresos no se han realizado por Tijuana, y la información de cruces por otras ciudades son rumores entre migrantes venezolanos.

“No me consta, es lo que rumoran, que en Matamoros sí, por eso están decidiendo irse para allá”, agregó.

El titular de la DMAM destacó que son retornados a Tijuana un promedio de 75 venezolanos diarios y son recibidos por el Instituto Nacional de Migración (INM), autoridad que se encarga de canalizarlos a diversos albergues de la sociedad civil, aunque algunos deciden ir a la Central Camionera para viajar a otra ciudad.

“De esos 75, nomás llegan 10 aproximadamente a la Unidad Deportiva Reforma, lo máximo que hemos recibido son 30 en un día”, detalló.

Además el albergue no ha estado exento de inconformidades por parte de los migrantes, particularmente por la alimentación.

Adriana Minerva Espinoza Nolasco, subsecretaria de Asuntos Migratorios del gobierno estatal, mencionó que los alimentos que sirven a los migrantes son preparados por organizaciones sin fines de lucro.

“Están bien atendidos, tenemos área médica, vienen los siete días de la semana y son atendidos por la Jurisdicción Sanitaria y los Servicios Médicos Municipales, además por un médico de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)”, especificó.

Danlis Arce, migrante de Caracas, Venezuela, quien actualmente habita en la Unidad Deportiva junto a su esposo y dos hijos, agradeció la atención que recibe.

“La gente es muy inconforme, exigen (...) Quizá queremos lujos, pero tenemos que estar agradecidos con lo que tenemos ahorita”, expresó.

Sin embargo, un grupo de madres venezolanas expresaron su inconformidad por supuestos alimentos en mal estado que aseguran han provocado enfermedades en algunos de sus hijos.

“Mi hijo tiene vómito y diarrea, tiene 10 años y está usando pañal” (...) La comida está babosa, y si no está babosa es dura, los frijoles y el arroz están duros”, mencionaron las madres migrantes que prefirieron no dar sus nombres.

Otra madre venezolana mostró un paquete de galletas con fecha de vencimiento del 9 de septiembre, y dijo que este martes la comida estaba en buen estado, pero los dos días anteriores no.

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“Ayer (lunes) el pollo estaba rancio, hubo niños que se intoxicaron, ahí tengo ropa sucia de mi hijo, muchas familias han decidido irse por los tratos”, agregó.

Espinoza Nolasco respondió que cinco niños han tenido diarrea y vómito, así como problemas respiratorios, temperatura o tos, pero descartó que alimentos en mal estado hayan provocado estos síntomas.

“Si este fuera el caso sería toda la población la que estaría presentando un malestar estomacal, nos hemos percatado de algunas situaciones, pero son mínimas”, finalizó.