Juan Miguel Hernández
Albergues de Tijuana no cuentan con la capacidad de atender a los migrantes centroamericanos que sean retornados a la frontera para llevar su proceso de asilo, coincidieron representantes de los refugios de esta ciudad.
El coordinador de Alianza Migrante, José María García Lara, expuso que los albergues operan a 95% de su capacidad, debido al flujo de migrantes que vienen de sur a norte, sumado a los que han sido retornados a Tijuana, desde hace tres meses.
“Estamos viendo qué es lo que vamos a hacer, atenderlos si tenemos espacio, pero si no lo hay, no podríamos atenderlos. Ahorita los albergues están llenos y ahí es donde se va a complicar, porque habría un problema de sobrepoblación de comunidad que va a ser retornada”, expresó.
Luego del anuncio del Gobierno de México sobre el programa que autoriza a los migrantes centroamericanos esperar en el país, mientras esperan la resolución de sus solicitudes de asilo, ningún albergue ha sido notificado sobre un “plan emergente”, para atender a las miles de personas que se prevé que sean retornadas a la frontera.
“No hemos escuchado nada, del Consejo Estatal, ninguna reunión para hablar del tema. Está todo quieto. No sé qué pasa realmente. No sé ha pronunciado sobre qué es lo que vamos a hacer, para programar, y qué estrategia tienen, si esta comunidad empieza a fluir”, manifestó García Lara.
NO HAY RECURSOS PARA OPERAR
Adicional a la falta de espacio para operar por parte de los albergues, se suma la carencia de recursos con los que estos cuentan, a consecuencia de la eliminación del Fondo Migrante, que permitía subsistir a muchos de los refugios.
“Cualquier número de migrantes que llegue, nos impactaría de verdad, porque los albergues que operamos, estamos en el límite de nuestra capacidad económica. De no mejorar nuestra economía, estaríamos en la necesidad de cerrar el albergue, ni si quiera para mantenernos abiertos tenemos, menos para saturarnos. Si no se compone esta situación económica, cerraríamos en seis meses”, alertó el director del Albergue del Ejército de Salvación, Isaac Olvera.
Según el activista, desde la llegada de la Caravana Migrante a esta frontera, disminuyó el número de donantes que daban recursos a los albergues, como resultado de la mala imagen que se le creó a la comunidad migrante en la región.
“Había gente que se acercaba y donaba y patrocinaba un servicio, los donantes han dejado de acercarse por la fama, y la parte humanitaria de la población se está dejando a un lado. No podemos dejar de lado nuestra de calidad de servicios o atendemos al 100%, con toda la dignidad y los servicios, o no lo hacemos”, aseveró.
Para atender a las personas que sean retornadas a México, Isaac Olvera, sugirió que el Gobierno Federal sea el que opera un albergue especializado en dar refugio a los migrantes centroamericanos.
“Junto con esa decisión debe haber una estrategia de apoyo e inyección económica. No necesariamente a nosotros, porque el gobierno ha expresado que no tiene confianza a la sociedad civil. Que el gobierno abra un albergue, que ellos puedan atenderlos directamente, porque nosotros estamos a más de un 90% de nuestra capacidad”, concluyó.