Tijuana.- En junio de 2020 se definirá el futuro de más de 800 mil jóvenes beneficiarios del programa de acción diferida (DACA), de los cuales en caso de ser deportados, regresarían a México, planteó el director de la Casa Migrante, Patrick Murphy.
El activista indicó que 88% de esos jóvenes hablan inglés y no español de manera fluida, lo que representaría un duro choque cultural si volvieran a nuestro país, luego de vivir toda su vida en el vecino país.
“México no está preparado para recibir a la gente, puede llegar mucha, pero sufriendo en un sentido emocional porque en el punto de vista van a perder su país para venir aquí, no hay fuentes de trabajo, ellos vendrían a un país extranjero”, comentó.
Con el futuro de casi un millón de dreamers en manos de la corte suprema, Murphy señaló que México no ha implementado un proyecto especial para ofrecer oportunidades laborales a los jóvenes.
“¿El gobierno está abierto a invertir en esta gente que llega con mucho talento y no está lista para invertir en el campo?”, cuestionó.
Otro tema que implicaría el regreso de los dreamers, es lo vulnerable que está ante el crimen organizado y las instancias gubernamentales.
“Los cárteles y crimen organizado estarán listos para decirles bienvenido paisanos, porque ya los vi como un recurso más para ese negocio, también tengo mis dudas que la Guardia Nacional los va a recibir con los brazos abiertos, más bien van a querer dinero”, manifestó.
El director de la Casa Migrante mencionó que en lo que va del año han recibido a tres dreamers que abandonaron a Estados Unidos, decepcionados por las políticas migratorias de ese país.
“¿Dónde va a llegar esta gente, van a regresar a sus lugares de origen, desde Los Ángeles a un pueblo de Michoacán”, concluyó.