La presencia de xilacina, también conocida como “droga zombie”, en dosis de heroína y heroína con fentanilo en Baja California, puede deberse a un problema de contaminación accidental durante la fabricación de estas últimas dos drogas, consideró Juan Ángel Quijada Gaytán titular de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama).
Recordó que este sedante de uso veterinario no tiene aprobación para consumo humano y aunque en otros países como Estados Unidos ha sido consumido con otras drogas, en México no se había detectado.
El pasado 8 de abril, la Conasama alertó de “la posible presencia de xilacina como adulterante de muestras de heroína y heroína combinada con fentanilo”.
El aviso, realizado a través del Sistema de Alerta Temprana del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones, es para que personal de salud y primeros respondientes refuercen la vigilancia y la atención de posibles casos de intoxicación o sobredosis.
Además, fue dirigido “especialmente” a las ciudades fronterizas de Baja California, ya que en una prueba a 300 muestras de Tijuana y Mexicali hallaron el sedante no opioide como adulterante en 35 restos de heroína mezclada con fentanilo y en 26 restos de fentanilo.
“No quiere decir que ya se está haciendo eso, la hipótesis es que utilizan los mismos artefactos para construir estas pastillas, y entonces carece de toda regulación sanitaria. Se entiende que se carece de todo, no les importa y no hacen limpieza”, declaró Quijada Gaytán.
La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, dijo que al momento no han tomado medidas adicionales por la presencia de xilacina ni tampoco ha sido discutido el tema en las mesas de seguridad.
“No ha habido ninguna reunión para hablar de ese tema en particular, pero las reuniones de seguridad son permanentes y todos los días para hablar del combate a las adicciones, el combate a la delincuencia”, justificó durante el anuncio del arranque del proyecto Pilares.
Lamentó que cada vez se “inventen” más cosas en el tema de las drogas sintéticas, las cuales causan muchos daño a quienes las consumen.
De acuerdo con la alerta de la Conasama, el uso de xilacina como adulterante en la heroína está documentado desde la década del 2000.
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Quijada Gaytán comentó que la xilacina es un fármaco que cuenta con permisos para su venta en todo el país, similar a lo que pasa con el fentanilo que tiene fines médicos.
“Fentanilo está en todos los quirófanos, y la xilacina en todos los lugares donde se hace veterinaria de manera especializada y quirúrgica”, agregó.
Explicó que este fármaco es un depresor del sistema nervioso y en una sobredosis las consecuencias pueden ser letales.