Tijuana.- El periodo de lluvias llegó a Tijuana, y los expertos estiman que las precipitaciones sean atípicas en comparación con años anteriores, debido al fenómeno “El Niño”.

José Luis Rodríguez Solís, posdoctorante en el departamento de oceanografía física del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese), explicó que este fenómeno ha provocado que las lluvias se retrasen en este periodo invernal.

“Ha hecho que las características de tormentas invernales que ya deberían estar en esta época no hayan llegado a latitudes bajas como para que comience a haber precipitaciones o ambiente frío en la región. Hace un par de semanas, incluso días, ha habido temperaturas altas”, añadió.

Sin embargo, el experto mencionó que instituciones que se dedican a los pronósticos estacionales han estimado que desde el mes de diciembre hasta febrero incrementará la humedad en el ambiente, provocando lluvias “contundentes”.

Agregó que en diciembre y enero podrían comenzar las precipitaciones por encima de lo normal.

“En diciembre el promedio de la precipitación máxima que está cayendo en la región ronda entre los 50 a 60 milímetros(...) Un milímetro de precipitaciones es un litro de agua, si estamos hablando que por metro cuadrado el acumulado es de 50 a 60 milímetros, estamos hablando que en un mes en un metro cuadrado están precipitándose de 50 a 60 litros de agua”, detalló.

El incremento de 10 milímetros es una cantidad significativa en la región, pues con acumulados de tan solo 20 a 30 milímetros se generan encharcamientos, problemas con los sistemas pluviales y escurrimientos repentinos, dijo Rodríguez Solís.

Por otra parte, Miguel Ángel Ceballos, director de Protección Civil Municipal, mencionó que las lluvias podrían extenderse hasta finales de marzo del 2024, incluso a mediados de abril, y estarán acompañadas con bajas temperaturas y fuertes vientos.

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“El Niño viene cargado de agua, no sabemos qué tanto pueda traer en el sentido de que han estado cambiando un poco las condiciones en las que se presentan los fenómenos en otras partes. Esperamos que se llegue a modificar la forma en que esperamos la temporada de lluvias”, dijo.

Sobre los efectos que pueden generar las lluvias que se avecinan, el experto del Cicese dijo que esto todavía está por verse.

“Existe un poco de incertidumbre, no es lo mismo que los 50 a 60 milímetros se presenten dispersados durante todo un mes, a que se precipiten en tres o cuatro eventos, son más intensas”, respondió.

El director de Protección Civil municipal recordó que la geografía de Tijuana tiene características diversas, pero algo común es la presencia de cañones, en las nueve delegaciones, que provocan corrientes rápidas de agua que buscan desembocar en el mar.

De acuerdo con la paramunicipal, en este momento hay 177 viviendas que están en riesgo por deslizamiento de tierra por lluvias y están ubicadas en Lomas de la Presa, Cubillas Sur, La Sierra, Paseos del Vergel, Chapultepec Doctores, Terrazas del Rubí, Herradura Sur, Aguaje de la Tuna, Lomas Conjunto Residencial y Colinas del Rey.

De ese total de viviendas, 126 están etiquetadas en color rojo que significa alto riesgo, y las otras 51 tienen engomado color amarillo, por lo que sus habitantes deben estar alertas ante cualquier modificación en laderas o en los alrededores de sus casas.

LA INFRAESTRUCTURA

Mientras las autoridades y expertos pronostican lluvias atípicas en Tijuana ¿cuenta la ciudad con la infraestructura adecuada?

Filiberto Enríquez Juárez, ex presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Tijuana Asociación Civil (CICTAC), destacó que la ciudad tiene un rezago en infraestructura hidráulica, a pesar de que cuenta con sistemas pluviales.

“En su momento se hacen obras pluviales que no alivian el problema de la ciudad en temporadas de lluvias. Sí ayudan, pero pasan los años y las autoridades, ya sean municipales, estatales y federales, no invierten, porque a veces el presupuesto no es el suficiente”, dijo.

A pesar de que los sistemas pluviales con los que cuenta la ciudad funcionan en la temporada de lluvias, Tijuana continúa creciendo y los sistemas actuales ya son insuficientes, añadió Enríquez Juárez.

“Estamos hablando de casi 12 a 15 años que no se invierte en sistemas pluviales. En aquel entonces se invertía en cajones pluviales y desarenadores, que es lo que contiene los arrastres que traen las partes altas de los cañones, detienen sólidos y basura”, agregó.

El ingeniero civil destacó que es necesaria la construcción de más cajones pluviales cerrados o abiertos para evitar que el agua de las lluvias corra por las calles y las viviendas de la ciudad.

Además, pluviales y desarenadores deben ser limpiados cada año y es el departamento técnico que tiene el estado quien debería realizar estos proyectos, pero está atrasado, dijo el expresidente del Colegio.

Enríquez Juárez dijo que la ciudad ha crecido particularmente con la construcción de fraccionamientos, colonias y plazas comerciales; estos proyectos contemplan la infraestructura pluvial pero solo está destinada a la zona en construcción.

“Después cuando sale el agua del fraccionamiento agarra su cauce y por donde va crea nuevas corrientes que no había antes (...)Tenemos un canal, ahí se deberían encauzar”, detalló.

Gabriel Vizcaíno, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) delegación Tijuana, Tecate y Rosarito, coincidió con el ex presidente del CICTAC, destacando que a la ciudad le hacen falta conductores de agua subterráneos.

“Muchos de los pluviales son superficiales, donde el agua corre superficialmente por las calles, la mejor forma de hacerlo es que toda la conducción fuera subterránea, cajones de concreto por donde corriera el agua”, dijo.

También explicó que los sistemas de drenaje sanitario conectan con los pluviales de la ciudad provocando que el sistema de alcantarillado se vea sobrepasado.

“Porque no tienen capacidad para ambas cargas de agua. Debería haber una coordinación entre la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana y el ayuntamiento para revisar que el agua pluvial y el agua de drenaje se están mezclando”, consideró.

Filiberto Hernández explicó que las corrientes que cruzan fuera de los sistemas pluviales provocan daños en la infraestructura vial y ésta debe ser reparada después de la temporada de lluvia.

“En Estados Unidos hacen un trabajo en una calle y tienen una bitácora para decir que dentro de dos años requiere que la vuelvan a sellar, aquí no. Se va generando el bache, el carro arroja aceite y gasolina y va degradando la carpeta asfáltica”, añadió.

A pesar de que las inundaciones en la ciudad son pocas, es común que en algunas zonas de la ciudad como Zona Río y Zona Centro se acumulen grandes encharcamientos y estancamientos, dijo el director de Protección Civil.

Esto se debe a que las corrientes bajan de las partes altas y se acumulan a los costados de la canalización del Río Tijuana, explicó.

Miguel Ángel Ceballos también mencionó que otro de los problemas que genera el encharcamiento son los materiales sólidos arrojados como basura a los pluviales y desarenadores.

Para finalizar, Enríquez Juárez estimó que la ciudad requiere una inversión de entre 700 mil a mil millones de pesos aproximadamente para la construcción de sistemas pluviales.

“Falta invertir una cantidad de dinero muy grande en la ciudad para poder hacer un estudio completo, eso generará proyectos que se tienen que hacer”, concluyó.