El Sol de Tijuana
Tijuana.-La poesía de Rubén Vizcaíno Valencia fue sometida a un exhaustivo análisis en días recientes por parte del doctor Javier Hernández Quesada, en el marco de las XI Jornadas Vizcaínas 2019.
“Esta es casi la clausura de las Jornadas Vizcaínas, aunque todavía vamos a tener varias sorpresas de aquí a diciembre; ya ha habido varias actividades relevantes, como la que tuvimos en Comala, la tierra del profesor Vizcaíno, en un encuentro entre Colima y Tijuana, y la charla de David Piñera sobre el doctor Miguel León- Portilla, recientemente fallecido, quien donó mil 600 libros a la UABC”, dijo Jaime Chaidez Bonilla, subdirector de Comunicación, Documentación y Memoria del Cecut, al exponer un breve panorama de lo que ha sido la décima primera edición de las jornadas que conmemoran este año el centenario del profesor Rubén Vizcaíno.
Al presentar la conferencia, Chaidez Bonilla abundó: “Después de 15 años de su muerte el profesor Vizcaino sigue cabalgando, sigue latente; es su carácter de activista cultural lo que impulsó la realización de estas jornadas, pero ya viene perseguido por el Vizcaíno poeta, y más adelante vamos a impulsar al Vizcaíno periodista”, anticipó el funcionario del CECUT.
Durante su charla, “La poesía de Rubén Vizcaíno Valencia: la polisemia de una totalización”, Hernández Quesada se refirió a “un redescubrimiento que hacemos algunos de la figura del profesor y de la cuestión que tiene que ver con su vida íntima; sin duda, debemos tener una visión integral de sus facetas previas al desarrollo de la promoción cultural, vía el periodismo, para entender su planteamiento poético”.
“Hay un poeta que revela claves que son importantes para él y para sus seres queridos, un Vizcaíno que se aleja de lo público para hacer una propuesta poética muy valiosa y fundamental para entender el desarrollo de nuestra propia literatura”, aseguró el académico de la Universidad Autónoma de Baja California.
El profesor-investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales resaltó que “sorprende gratamente la rotativa literaria de Vizcaino, promotor cultural consumado; cuando se analizan los sentidos de sus poemas se descubre que estas producciones tal vez son las que mejor resisten el paso del tiempo y dinamitan interpretaciones sistémicas, al igual que sucede con sus trabajos de ficción, como sus novelas ‘En la Baja’, ‘Tenía que matarlo’ y ‘Calle Revolución’”.
“Sus obras evidencian un corpus orgánico que se constituye señeramente como una de las aportaciones más importantes de las letras regionales; sus propuestas precisan un mensaje profundo que deja en paz las consignas y exigencias redentoras para prodigar los mensajes de un autor sincero y dispuesto a mostrar a los demás su visión estética de la realidad”, enfatizó Javier Hernández Quesada, doctor en Literatura Española e Hispanoamericana por la Universidad de Salamanca, España.