Tijuana.- En 34 años como cartero, Antonio Andrade Marroquín ha visto cómo ha ido evolucionando su oficio, pasión que le heredó su padre y que diariamente desempeña con pasión y profesionalismo.
Aunque hace más de dos décadas se rumora que van a ir desapareciendo los carteros, aseguró que tiene mucho trabajo y sigue siendo fundamental su existencia para la vida diaria de la sociedad.
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Admitió que cada vez debe esforzarse más porque es menor la cifra de carteros que existe en el estado, por lo que tiene que recorrer más colonias.
“Ahora caminas mucho, bajó poquito la cantidad de piezas a repartir, pero caminas más, porque las distancias se han alargado y además sale personal de correos y ya no reponen la plaza y así cada jubilado que se va”, comentó.
Indicó que todos los días reparte cartas y correspondencia en la Zona Río Tijuana, en 10 colonias que hay en el área, recordando que antes únicamente se dedicaba a una sola colonia.
“Antes te peleabas cada fin de año porque mandaban mucha tarjeta musical, era mucha correspondencia. Nos gusta más aquel tiempo porque antes tu ruta era una colonia y ahora no te da para abarcar tanta distancia, yo traigo desde la Zona Río, desde la Colonia Federal hasta la Lázaro Cárdenas y es mucho caminar”, agregó.
Aunque su padre y su hermano fueron carteros, Antonio ve con algo de tristeza que ninguno de sus hijos y/o nietos haya seguido la tradición familiar, sin embargo, resalta que con su empleo logró sacar adelante a sus hijos y darles una licenciatura para que salieran adelante.
“El Servicio Postal será una institución que nunca va a desaparecer”, aseveró.