Eliud Ávalos Matías
Tijuana.- La posibilidad de imponer aranceles al acero y al aluminio afectaría a toda la industria manufacturera, automotriz y a cualquiera que trabaje con base en estos materiales, explica el doctor Eliseo Díaz, catedrático de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef).
Destacó que el llamado a restringir las importaciones, viene de un estudio que hace el departamento de Comercio de Estados Unidos, enfocado a cuestiones de seguridad nacional.
“Es la sección 232 de la Ley de Expansión de Comercio de 1962 la que están invocando con un estudio comparativo que hacen en 2017 y un trabajo previo que se había hecho en el año 2000 sobre la situación de la industria”.
La conclusión es que las importaciones crecientes de acero y aluminio han afectado a la producción doméstica de Estados Unidos y eso debilita a la seguridad nacional.
En su análisis indica que es un impuesto muy alto de 25% sobre las importaciones, y el objetivo del gobierno estadunidense es sustituir las importaciones y la meta que se han fijado es aumentar la capacidad instalada en 80%.
“Acusan que muchas fundidoras han estado cerrando, se han perdido empleos y que ha crecido la dependencia de estos materiales. Además, está la sobrecapacidad de los chinos que han aumentado la oferta mundial de acero y aluminio y esto es una reacción”.
Apuntó que, entre los principales países exportadores a Estados Unidos, México aparece en la cuarta posición. Entre las empresas afectadas habló de Altos Hornos de México. Sin embargo, señala que la dificultad más grande está en la desviación de las exportaciones.
Dijo que China va buscar donde enviar los productos que se exportan a Estados Unidos y los productores domésticos tendrán problemas con este tipo de comercio.
“Hay un efecto doble, puede pasar la capacidad de producción de los mexicanos, es decir, de las empresas que están en México y puede haber afectaciones por la competencia en contra de las importaciones de acero y que haya una baja generalizada de precios”.