Tijuana.- Ante la falta de avances en los resultados de las investigaciones en los asesinatos de sacerdotes de la Arquidiócesis de Tijuana, su arzobispo Francisco Moreno Barrón, pidió que se esclarezcan y capturen a los responsables para que estos crímenes no queden impunes.
Desde 1993 a la fecha han asesinado a seis sacerdotes pertenecientes a la Arquidiócesis de Tijuana, dos de ellos ocurrieron desde la llegada de Moreno Barrón.
Estos fueron, José Guadalupe Rivas Saldaña, encargado de la Casa del Migrante de la colonia El Descanso en Tecate y desaparecido el 15 de mayo del año en curso, fue localizado posteriormente con huellas de tortura y declarado muerto el 18 del mismo mes.
El segundo sacerdote fue Icmar Arturo Orta, desaparecido en Playas de Rosarito el 12 de octubre de 2018 y localizado sin vida al día siguiente con múltiples heridas de bala.
Sobre estos dos casos, los cuales le ha tocado atender, Moreno Barrón mencionó que las investigaciones continúan abiertas y que las autoridades estatales se han mostrado cercanas y disponibles, pero no se ha llegado a ninguna conclusión.
Señaló que esperará a que las autoridades den informes sobre los avances en estas investigaciones.
ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
"No hemos recibido respuesta sobre estos casos y tengo entendido que tampoco de los demás", expuso el arzobispo.
Los otros cuatro sacerdotes asesinados han sido, Salavador Ruiz Enciso, cuyo cuerpo fue encontrado calcinado, atado de pies y manos en un bote baldío el 23 de mayo de 2011.
Luis Velacez Romero, juez del Tribunal Eclesiástico de Tijuana, asesinado por múltiples disparos de bala dentro de su automóvil el 24 de octubre del 2005.
Claudio Camacho Arce, degollado el 25 de agosto de 1993, por un supuesto robo en la iglesia a la cual pertenecía, y el cardenal, Juan Jesús Pozadas Ocamó, asesinado en Guadalajara, el 24 de mayo de 1993.
En el mismo periodo, a nivel nacional han ocurrido 61 homicidios en contra de sacerdotes en el país según datos del Centro Católico Multimedia. El arzobispo específico que está cifra no incluye a diáconos y trabajadores de la iglesia.
“Estamos ante seis asesinatos de sacerdotes que no han sido establecidos, esto solo es una muestra de lo que sucede a nivel nacional, no sólo con los sacerdotes, si no con el pueblo”, finalizó.