Tijuana.- Tanto la posible reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, como la llegada de Joe Biden para reemplazarlo, generan en migrantes como “Gaspar” incertidumbre sobre la posibilidad de obtener asilo en la unión americana.
Procedente de Nicaragua, “Gaspar” llegó a esta ciudad fronteriza en febrero del 2019 para entregarse en la Garita El Chaparral ante autoridades de migración de Estados Unidos, donde logró iniciar su proceso de asilo, pero bajo el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP por sus siglas en inglés), el cual obliga a los solicitantes a esperar en México; medida adoptada por Trump en enero del 2019 como una respuesta a las Caravanas migrantes de centroamericanos.
Luego de éstas últimas y de la continua llegada de migrantes, se acumularon más de 800 mil peticiones de asilo de personas en tránsito que llegaron a diferentes ciudades fronterizas, ocasionando que se saturaran las cortes norteamericanas, según comentó el antropólogo Víctor Clark, situación que ha causado demora en casos como el del migrante nicaragüense.
“Solo he tenido una audiencia y de ahí no he tenido otra, me han reprogramado cinco veces y no he podido entrar”, platicó “Gaspar”.
Además le tocó solicitar asilo bajo una de las administraciones más duras en el tema migratorio, luego que Donald Trump desde antes de obtener la presidencia se pronunció en contra de la comunidad migrante que llega a su país, de acuerdo con el Padre Pat Murphy, director de la Casa del Migrante Tijuana.
“Son los cuatro años más difíciles para todos los migrantes, porque cerró todas las posibilidades. No hay asilo, el proceso de MPP dejando la gente en la frontera, no solamente mexicanos, todo el mundo”, dijo.
“Por lo menos que les den la oportunidad de presentar su caso, de ser escuchado y si Estados Unidos dice que no, la gente puede regresar y tomar decisiones para su vida, pero ahorita todo el mundo está en limbo, esperando”, agregó.
El migrante nicaragüense, quien se gana la vida vendiendo en las calles de Tijuana dulces, papitas y jugos, narró que regresar a su país no es una opción y por ende continuará esperando su proceso de asilo.
“Están matando a la gente, si uno no está de acuerdo con la política del presidente te mandan asesinar, tiene comprado todo, la estructura militar, la policía”, refirió.
Mientras, permanece en uno de los albergues de la ciudad, esperando la oportunidad de ir a corte y pelear por su caso. No obstante, ante una pandemia que no finaliza ni en Estados Unidos ni en México, el panorama luce aún más difícil, subrayó el Padre Pat Murphy.
“Covid no ha ayudado con nada, y fue otro pretexto para cerrar la frontera. Nosotros no hemos tenido ni un caso y recibimos gente los últimos tres meses, tres veces por semana y no ha llegado ningún caso de Covid aquí en la casa”, aseguró
“Al cerrar la frontera, las oficinas, cierran la justicia para los migrantes y esta es mi preocupación. Cuatro años más de Trump sería súper difícil para todo mundo”, enfatizó.
JOE BIDEN Y LOS MIGRANTES
En las campañas políticas los aspirantes a la presidencia suelen hacer diferentes promesas con el fin de ganarse el voto de la ciudadanía.
En Estados Unidos no es la excepción, menciona el también profesor de la Universidad Estatal de San Diego, Víctor Clark Alfaro, quien apunta que por lo menos en el discurso del candidato demócrata, Joe Biden, y de la candidata a vicepresidenta, Kamala Harris, se escucha una retórica muy diferente en torno a los migrantes si se compara con la de Donald Trump.
“Han manifestado un cambio en la relación con México, respeto a los derechos humanos. También han hablado en términos generales de rechazar el muro, estar en contra de la separación de familias, de la posibilidad de legalizar a los 11 millones de indocumentados que existen en Estados Unidos”, señaló.
Para el doctor Saúl Sandoval Perea, docente de la Escuela de Administración y Negocios de Cetys Universidad, de ganar Joe Biden las elecciones, se presentaría una política migratoria menos severa que la realizada por actual mandatario Donald Trump.
Además, se esperaría que el hoy candidato demócrata se involucre en programas productivos que atendieran la raíz de la migración que llega a Estados Unidos provenientes de Centroamérica.
“El candidato Biden ha dicho que cambiaría las leyes de migración, como el programa de asilo político, se buscaría otra idea para atender la situación de asilos en Estados Unidos. No se esperarían más recursos para el muro, pero sí para tecnificar el cruce fronterizo”, mencionó.
Pero en la política, así como hay un presente y futuro, también hay un pasado, y en ese sentido, Joe Biden tiene uno que no fue precisamente en beneficio de la comunidad migrante, en específico cuando fungió como vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama, recordó Clark Alfaro.
“Con Obama la política migratoria experimentó como nunca el más elevado número de migrantes deportados con más de 2.8 millones, fue una cifra histórica nunca vista en Estados Unidos”, subrayó el académico.
“Ese es un elemento importante, porque no significa que las deportaciones vayan a disminuir, pero sí asumimos que va a haber un cambio en la retórica y en las prácticas de las políticas que siguió Trump a las que seguirían Biden y Kamala Harris”, añadió.
Bajo ese misma tema de las deportaciones en 2012, durante la administración de Obama y vicepresidencia de Biden, fueron deportados más de 67 mil centroamericanos de Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador, número que no se equipara a los 16 mil 621 que se acumulan de enero a agosto del 2020, de acuerdo a las cifras de la Unidad de Política Migratoria del Gobierno de México.
“Gaspar” espera por su caso de asilo al igual que cientos de migrantes a lo largo de la frontera norte de México, una situación que se debe eliminar en futuros gobiernos, explicó el profesor de la Universidad Estatal de San Diego.
“Esperamos que termine con el programa conocido como Remain in México. Esperamos que vuelva de nueva cuenta abrirse la posibilidad de asilo, que es un derecho universal”, mencionó.
Todo lo anterior, consideró Clark, muestra el panorama que han tenido que enfrentar los migrantes a lo largo de décadas, uno en el que no hay un camino claro.
“El migrante siempre tiene una visión incierta de su futuro. No habido en Estados Unidos un aliciente que nos diga que habrá una reforma migratoria que dé al migrante una oportunidad”, enfatizó.
Por el momento, en la elección del tres de noviembre se votará para decidir quién será el próximo presidente de Estados Unidos, mientras las esperanzas de migrantes como "Gaspar" continúan en pie.
“Creemos que tenemos derecho a una vida mejor”, dijo, con la ilusión que suelen tener muchos de los migrantes que salen de su país en busca de llegar a Estados Unidos.
Sin embargo, es consciente que cuando se trata de elecciones se pueden plantear muchas soluciones por parte de los candidatos, sin que en ocasiones lleguen a cumplir lo dicho en campaña.
“Toda política es sucia, siempre prometen y nunca cumplen y lo único que queremos es que gane quien gane nos dé la `chance´ de entrar para tener una vida mejor”, expresó.
