Tijuana.- La Secretaría de Economía (SE) busca que México sea uno de los principales proveedores de la cadena de la industria de semiconductores y electromovilidad, ya que aumentará su demanda cuando se acerque el año 2030, fecha límite para que en el estado de California solo circulen automóviles eléctricos.
En una reunión con el sector industrial de Baja California, Mónica Duhem Delgado, titular de la Unidad de Inteligencia Económica Global de la subsecretaría de Comercio Exterior de la SE, expuso cómo sería el camino para atraer inversión al sector automotriz que transita de vehículos emisores de contaminantes a vehículos eléctricos.
En estos momentos, el estado de California es donde se están consumiendo más vehículos eléctricos y hay una demanda en la cadena de suministro en la industria de semiconductores, señaló.
“No se tiene concretada alguna inversión a futuro de alguna planta para generar alguna parte de los vehículos eléctricos, pero podemos planear cómo atraer esas inversiones”, mencionó.
Añadió que hay inversiones para dos plantas de semiconductores en los estados vecinos de Texas y Arizona, por eso están en proceso de identificar qué se puede ofrecer desde México.
“Estamos trabajando junto con Estados Unidos para crear una cadena de proveeduría, que esos eslabones se hagan en el país”, recalcó.
Agregó que generaría un empleo bien remunerado por su alta calificación, y a su vez, una derrama económica y desarrollo social en la región.
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Mencionó que en Baja California se necesita empezar a desarrollar a técnicos para atraer esas inversiones del nuevo mercado automotriz.
“Si nosotros tenemos todos los ingenieros y técnicos que estén preparados para dar el servicio de electromovilidad, entonces toda la gente de California que ya tiene un vehículo eléctrico vendrá a Baja California a darle servicio, buscar autopartes, todos de la cadena de proveeduría'', afirmó Mónica Duhem Delgado.
Por el momento la oportunidad de desarrollo está en el área de ensamblaje, de testeo y la fabricación de software, precisó.
“Para abrir una fábrica, donde se haga la galletita de semiconductores, se necesita una inversión de cientos de millones de dólares”.