La atención de migrantes en la frontera es una prioridad para gobiernos y sociedad civil, dada la ubicación y la vocación de Tijuana, expuso el arzobispo metropolitano, Francisco Moreno Barrón.
El líder de la iglesia católica aseguró que la sociedad civil no puede dejar toda la responsabilidad a las autoridades gubernamentales.
“Tijuana es un claro ejemplo, aquí en la conciencia de que muchos somos migrantes, hemos sabido acoger a los migrantes desde nuestra pobreza, limitaciones, pero tenemos que reconocer el bien que hemos recibido de toda la gente que ha emigrado a esta frontera. Sin embargo, necesitamos potenciar a las organizaciones que atienden directamente a los migrantes, que no tienen solo discursos y promesas, si no que realmente tienen presencia y sufren con ellos y buscan dar respuestas desde su propia condición y realidad”, expresó.
Sobre la situación en El Chaparral, Moreno Barrón, urgió la necesidad de agotar el diálogo con la comunidad migrante, con el fin de evitar actos de violencia.
“Tijuana es una frontera de promesas, es un paraíso terrenal, todos lo hemos disfrutado. Hay un compromiso de que en Tijuana reine la paz. En este tema es importante la participación para la contribución de la paz. Lo mismo los migrantes han de asumir una actitud de gratitud para quienes lo acogen y a quienes le dan comida y tratan como hermanos”, agregó.
Por último, lamentó los hechos ocurridos en la frontera sur de México, donde se exhibieron actos de violencia en contra de los migrantes, confiando en que estos eventos no se den en esta zona de México.
“Hay casos que tenemos que lamentar dónde asume una actitud que no ayuda a la paz. Hay que colaborar también con los migrantes con la limpieza, respeto a las personas y actitud a la sociedad que abre las puertas. La política de México que integra, acoge y promueve y hemos estado viendo unos gestos muy violentos, principalmente en la frontera sur, cuando la gente quiere vida y alimentos”, concluyó.