El derrame de aguas residuales en la costa de Playas de Tijuana, el cual lleva al menos una semana, ha ocasionado que los niveles de contaminación en la zona hayan aumentado y esta continúe no apta para uso recreativo.
El Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental (PFEA) realizó un muestreo a las playas de la ciudad el pasado jueves 16 y los resultados indicaron que empeoraron las condiciones de riesgo para la salud de quienes ingresen a ellas.
Los resultados publicados por la organización, mostraron que en la playa El Faro, el número de enterococos en una muestra de 100 mililitros (ml) fue de mil 943; mientras que en Parque México fue de mil 612; en Cañada Azteca de mil 594.
La fuga se originó a la altura del kilómetro 15+500 de la carretera escénica Tijuana - Ensenada, y el agua residual perteneciente a la delegación de Playas de Tijuana continúa escurriendo sobre los cauces naturales.
Los puntos más críticos fueron El Vigía, con 2 mil 535 enterococos en cada 100 ml y Playa Blanca con 10 mil 462.
De acuerdo a los lineamientos que establece la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), el número máximo de enterococos que se pueden reportar para que el agua sea clasificada apta para uso recreativo, es de 200 enterococos por cada 100 ml.
Las playas de Tijuana permanecen cerradas desde el sábado 11 de febrero, de la misma forma que las del condado de Imperial Beach, porque los niveles de bacterias superan los estándares de salud.
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El viernes 10 de febrero, se reportó una fuga en las inmediaciones del fraccionamiento La Joya.
La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), señaló a una empresa desarrolladora como la probable responsable de ocasionar la fractura de la tubería que transporta aguas residuales.
Hasta el momento la CESPT no ha informado que el derrame haya sido detenido, por lo que se continuaría tirando directamente al mar, alrededor de 80 litros por segundo.