Erick Reynaga | La Voz de la Frontera
Baja California, a diferencia de otras entidades del país, muestra un aumento en el envío de cuerpos a la fosa común y en el 2017 Tijuana que obtuvo primer lugar a nivel nacional.
La fosa común es el depósito al se llevan los cuerpos identificados o que no son reclamados en el Servicio Médico Forense (Semefo).
Baja California es uno de los primeros estados que buscan dar un trato digno y respetuoso a los cadáveres.
César Raúl González Vaca, coordinador del Semefo estatal, manifestó que el aumento en el envío de cuerpos a la fosa común esto es atribuido a diversos factores como el hecho de que Baja California hace frontera con Estados Unidos.
"Muchas personas van en tránsito, fallecen al estar aquí y lamentablemente no son reclamadas o no son identificadas (…) también se tienen aquellos que no son reclamados por la familia, quienes acuden y lo identifican, pero no reclaman el cuerpo", dijo.
"Esto por factores económicos, sociales o familiares y deciden no reclamarlo, por lo que se va a la fosa común", detalló
POR MIEDO
Uno de los factores que también afecta el aumento el envío de cuerpos a la fosa común es porque la criminalidad ha aumentado y los cuerpos que son enviados no son reclamados por miedo a que sean investigados los familiares.
A partir del 2013 en Baja California se han mandado a la fosa común poco más de 5 mil 900 cuerpos en los dos municipios que maneja esta clase de destino a los cuerpos que no son reclamados.
Manifestó el médico legista que en 2017 se tuvo un repunte en Tijuana, donde años atrás se mandaban 500 cuerpos anualmente, mientras que desde ese año a la fecha ronda los más de 900.
En Mexicali es menor la cantidad de cadáveres que son enviados a la fosa común, aquí en promedio desde el 2013 se envían entre 200 y 25
El Semefo de Baja California se ha caracterizado por el trato digno que se le da a los cuerpos que no son reclamados y que tienen como destino este lugar, desde el 2013 "Hemos tratado de dar un trato digno y respetuoso a los cadáveres individualizando cada uno en su bolsa, que lleve una placa con sus datos, número de investigación, dónde fue levantado, esto para una posible exhumación", dijo.
Para esto también se debe de tener un archivo básico de identificación, dijo, lo cual ya establece la Ley General de Personas Desaparecidas que exige que se debe de tener esta clase de información.
"Este archivo cuenta con odontología forense, huellas, genética, dictamen médico y las fotografías; cada uno de estos cadáveres debe de tener todo este archivo básico para una posible identificación posterio", manifestó González Vaca.
Los cuerpos son puestos en estos lugares, siendo fosas que se ubican en los panteones municipales, donde en Tijuana se acomodan hasta siete cadáveres, mientras en Mexicali son solo para tres, por separado y en su mayoría con su propia bolsa y ataúd.
Actualmente en Mexicali se cuenta con proyectos para poder otorgar tratos individualizados de estos cadáveres.
Muy pocos de los cuerpos que son enviados a las fosas comunes que se tienen en Baja California son exhumados o identificados por los familiares, donde en algunas ocasiones solo es que les son solicitados la ubicación.
"Son menos del 5% los que son reclamados para realizar alguna exhumación, no lo hacen por los costos que se tienen con las funerarias particulares, saben el lugar y acuden a llevarle sus flore", manifestó.
De igual forma el porcentaje de aquellos cuerpos que logran ser identificados y que tienen este final, es muy bajo, no llegando ni al 5% de los casos.
Para poder identificar un cadáver primero se debe de acreditar el parentesco con la persona fallecida y se solicita una identificación de quien acuda a realizar el trámite ante el Servicio Médico Forense.
"Al acreditar esto es que son canalizados con la agencia del Ministerio Público y son ellos quienes dan la autorización o la información sobre la ubicación exacta de la persona que se llevó a la fosa común", dijo.