Karina Torres
Tijuana.- Hasta la tarde de ayer miércoles, el centro de espectáculos “El Barretal”, ubicado en la zona este de la ciudad, funcionaba como refugio temporal para al menos 200 migrantes que llegaron a Tijuana desde principios de noviembre como parte de la caravana migrante. Esto, pese a que en días pasados circuló la versión no oficial de que el inmueble cerraría sus puertas el 23 de enero.
Aunque la incertidumbre es una realidad para quienes duermen en ese espacio, todos los días grupos pequeños de migrantes salen de “El Barretal” ante el temor de ser deportados por las autoridades de inmigración, como Carlos Fernando y José, originarios de Honduras, quienes durante la tarde del miércoles decidieron tomar las pocas pertenencias que tenían en el refugio para salir con rumbo desconocido.
“Los de Beta ahorita andaban diciendo con oficiales de la marina que (a) quienes no tengan sus papeles los van a deportar a su país”, expresó Carlos, migrante centroamericano que se albergaba en “El Barretal”, y quien denunció que, aunque no hay fecha exacta para cerrar el refugio, los oficiales de inmigración han estado presionándolos para que se retiren del espacio de manera voluntaria.
“Supuestamente nos dijeron que el lunes nos iban a sacar; de ahí dijeron que hasta el viernes; de ahí dicen que hoy (miércoles) nos quieren sacar, pero no han confirmado nada hasta ahorita; solo lo que dicen (es) que va inmigración a llevarse la gente que no tenga papeles”, afirmó.
Actualmente el centro de espectáculos atiende a 200 migrantes; muchos de ellos cuentan ya con una visa humanitaria que les permite laborar en la ciudad y han comenzado a trabajar en maquiladoras; sin embargo, la falta de su primer pago por el trabajo realizado, y de ahorros para rentar un espacio propio, les ha imposibilitado salir del inmueble, tal es el caso de Selvin Méndez, quien empezó esta semana a laborar en una maquiladora de la ciudad dedicada al procesamiento de cartón. Junto a su esposa, salieron de su natal Honduras con la intención de buscar una mejor calidad de vida. Asegura que, en 15 días, la autoridad mexicana le permitió regularizar su estadía en el país para poder iniciar una nueva vida juntos en esta ciudad fronteriza.
“Voy a buscar un lugar donde estar. Ahorita no lo he buscado, porque no me han pagado”, expresó.
A la fecha, ninguna autoridad ha confirmado cuándo concluirá su servicio “El Barretal” aunque se ha indicado que el refugio temporal está próximo a concluir la atención a las familias migrantes.