Juan Miguel Hernández
Tijuana.- El avance tecnológico y la automatización de los procesos de producción sí representan una amenaza para el sector industrial de Tijuana, consideró el presidente del Colegio de Economistas de Baja California, Domingo Ramos Medina.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Baja California 413 mil personas se emplean en la industria manufacturera siendo después del sector servicios el mayor generador de puestos de trabajo en la entidad.
“Seguramente, habrá ajustes en el mercado laboral. La tecnología juega un papel importante en la producción de las empresas. Siempre es bueno la capacitación; entre más capacitada mejor, las industrias demandan ingenierías”, expuso Ramos Medina.
El especialista señaló que dependerá de cada empresa hacer los ajustes necesarios para hacer frente a los avances tecnológicos y la reducción de personal.
“Puede ser en aquellas empresas que usen intensiva mano de obra para producir, dependiendo de las actividades que realicen. La cuarta revolución industrial, la innovación, el big data están obligando a las sociedades a cambiar y, por ende, a las empresas a actualizarse. Cada revolución ha sido parteaguas de cambios económicos sociales”, comentó.
El presidente del Colegio de Economistas afirmó que Tijuana deberá adaptarse y dar mayor valor agregado a la producción, la exportación y la innovación tecnológica.
Por su parte, el investigador de El Colegio de la Frontera Norte, Alfredo Hualde Alfaro, confió en que Tijuana no sufra grandes ajustes en su plantilla laboral debido a las ventajas competitivas que ofrece la región en comparación con otras partes del mundo.
“La automatización se da cuando los costos de introducir máquinas son más baratos o menores que los de tener obra; entonces, aquí, como la mano de obra es barata, no tenemos mucho problema, además de que hay economía informal”, explicó.
Hualde Alfaro aseguró que, por el momento, no es cierto que las nuevas tecnologías estén afectando ya a los mercados de trabajo, como se había anticipado hace algunos años.
“Hay que averiguar de qué sectores, de qué manera y si esto contribuirá o no a una mayor precarización laboral”, concluyó.