Karina Torres
Tijuana.- Los diferentes terrenos baldíos existentes y cañones de la ciudad se han vuelto el hogar de decenas de personas en situación de calle, problemática que ha ido en aumento en Tijuana, expresó Darinka Carballo, directora de la fundación Gaia. Aseguró que del total de personas sin hogar, un alto número se encuentran también en contexto de migración.
“El fenómeno de personas en condición de calle es un fenómeno que se ha intensificado en los últimos años en nuestra ciudad, y más en esta área de conservación de la Cañada de los Sauces (…) la canalización del río Tijuana es donde más personas en contexto de calle hemos encontrado”, afirmó Carballo.
De acuerdo con los censos realizados por la fundación en apoyo con otras organizaciones y el propio Colegio de la Frontera Norte (Colef), la mayoría de quienes habitan en las calles, cañones de la ciudad y la canalización del Río Tijuana vienen de otras partes de la república o han sido deportados por las autoridades de los Estados Unidos.
“También, hemos detectado que detrás del fenómeno de personas en condición de calle está el fenómeno de la migración. Estamos hablando de la migración interna dentro de la república mexicana, migración de retorno; es decir, población deportada, y queremos evitar que población ahora con el fenómeno de la caravana migrante centroamericana, población que viene migrando desde Centroamérica, llegue a esta esfera de vulnerabilidad donde se desate este problema de salud pública, problema de seguridad pública”, expresó.
**PÁRRAFOS OPCIONALES**
Aseguró que los mecanismos implementados por las autoridades para atender a este sector son programas que no protegen los derechos humanos y que no brindan un trato digno a esta población. Por lo regular, las personas que son retiradas de la calle son canalizados a los centros contra adicciones; sin embargo, afirmó que muchas veces estos centros no cumplen con los cuidados y tratamiento psicológicos y de readaptación social que abonen a su reinserción social.
“Precisamente, creo que es uno de los grandes retos, como fundación Gaia, el poder dilucidar, en donde nuestra estrategias y nuestros mecanismos no solamente no están funcionando, sino que atentan contra la dignidad y vulneran los derechos humanos del individuo”, puntualizó.