Juan Miguel Hernández
Tijuana.- Este 29 de marzo será recordado, por Héctor Barajas Varela, como uno de los más felices de su vida, al haber obtenido la ciudadanía estadounidense, tras 14 años de vivir en exilio en Tijuana.
Rodeado de su círculo más cercano de amigos, el director del albergue de los Veteranos Deportados leyó la carpeta que tenía la respuesta del Gobierno Norteamericano sobre su petición para retornar a Estados Unidos.
“14 años, esto es grandioso, aleluya, mi vida continúa, no voy a dejar de pelear por ustedes. Voy a regresar a casa mi niña”, exclamó Héctor, después de saber la noticia de su regreso a Estados Unidos.
El excombatiente del ejército de Estados Unidos se convirtió, los últimos ocho años, en un ferviente defensor de los derechos de los veteranos deportados, logrando, a lo largo de este periodo, dar refugio y asesoría legal a cientos de exsoldados que fueron expulsados del vecino país.
“Un año seguiré aquí, y si se puede tener una fundación de apoyo para seguir en el trabajo, ese es mi sueño, pero tengo una responsabilidad con mi familia”, declaró Barajas.
Ante los medios de comunicación, comentó que aplicó para la ciudadanía en el 2016, y poco después obtuvo un perdón del gobernador de California, Jerry Brown.
“No se den por vencidos, que se involucren y que también hagan su parte, no lo podemos hacer solos. He tenido muchas batallas, tengo este lugar (el búnker) para apoyar a mis compañeros, para que no caigan en malos pasos”, expresó.
Entre las personas que acompañaron a Héctor se encontraba Miguel Pérez Jr., otro veterano que fue deportado esta semana, pese a servir en el ejército de Estados Unidos en la guerra de Afganistán.