Crisstian Villicaña
La falla de San Andrés atraviesa las dos Californias; la norteamericana y la mexicana. Ambas entidades tratan de tomar sus precauciones para poder de alguna manera no salir tan perjudicados ante un terremoto, sin embargo, si habría que hacer una comparación, Baja California está muy por debajo del trabajo que ha hecho el vecino estado, dejando con ello una tarea pendiente en este rubro; nos plática en entrevista Antonio Rosquillas, director de Protección Civil de Baja California.
¿Cuál es el trabajo qué se realiza en el estado en torno al estudio de los sismos?
No tenemos comparación con California, esa es la realidad, la comparación que tenemos es que se tiene estudios hechos por el CICESE (Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada), especialmente en la ciudad de Tijuana, Mexicali, se sabe cuáles son las fallas sísmicas capaces de generar un terremoto, se tienen unos trabajos que se hicieron con Naciones Unidas a finales del siglo pasado, los programas radios que se hicieron entre el 98 y el 2000 y luego ya hicimos otros proyectos en el 2002, el último fue en el 2010 para Tijuana
Obviamente que el terremoto de Mexicali detonó algunas acciones que hizo el estado, principalmente en Mexicali; ya teníamos como fue poner unas redes de acelerómetros, más que nada para medir la intensidad de los sismos, pero, digamos que si lo queremos comparar con California no hemos ni hecho el cinco por ciento de lo que tiene California en cuestión de terremotos.
¿A qué se debe el hecho que no se cuenten con más investigación en este tema de vital importancia para la seguridad de Baja California?
Es un tema que no está en la agenda de gobierno desafortunadamente, es un tema que nos han dejado a protección civil en difundirlo, pero no tenemos recursos para hacer una difusión correcta; lo que va a prevenir daños en un terremoto son su ordenamiento territorial de la ciudad, el tipo de construcción, qué tan estrictos pueden ser los edificios, las casas, las laderas, y bueno, California está invirtiendo algunos cientos de millones de dólares en una alerta sísmica.
Hace unos días el condado de San Diego emitió una alerta sísmica a su ciudadanía a través del teléfono celular ¿En México se cuenta con algo similar?
Es muy distinta la alerta sísmica que tiene la Ciudad de México, ellos tienen un protocolo de activar la alarma en un sector que es en el pacífico, en la costa del pacífico, desde Chiapas hasta Michoacán y tienen una sola fuente que es todo a lo largo; aquí no, aquí en California tienen otro protocolo, tienen otra forma de activar la alarma, se requiere muchísimo equipo, una logística y una lógica matemática de los sistemas, algo muy distinto, entonces no le llegamos; la verdad de las cosas es un tema que ha estado pendiente de la agenda de gobierno.
¿Hay esperanza que con el cambio de gobierno se produzca una mejor en el área de protección civil?
De parte de lo que queda pendiente en el tintero es eso, tenerlo como un tema muy importante, principalmente de los dos niveles de gobierno, o sea a nivel municipal, que creo que es el principal tema; el riesgo sísmico lo debe de absorber principalmente la autoridad municipal con el apoyo, la asesoría, el impulso del gobierno del estado, obviamente con las instituciones científicas, el CICESE ha estado trabajando mucho en conocer el riesgo sísmico, pero yo creo que todavía falta tomar más en cuenta todos sus estudios, principalmente para las zonas urbanas.
Mexicali tiene más cultura porque haya han ocurrido los terremotos, Tijuana es una ciudad muy joven, no se compara con el tiempo geológico, pero también tenemos un riesgo muy alto de sufrir daños muy serios y lo digo muy, muy serio, en caso de tener un terremoto cercano vamos a tener problemas muy serios. Creo que es una acción que debe ser de gobierno, no de protección civil, sino que el propio alcalde, el secretario de desarrollo urbano tienen que tomarlo con mucha seriedad y el gobierno del estado tiene que hacer lo propio.
Desafortunadamente la ley estatal de protección civil que se aprobó habla muy poco al respecto, nos han dado obligaciones y atribuciones en otros temas que nos rebasan de por sí y esto se ha ido quedando rezagado, entonces el llamado es que sí se necesita tener un inciso muy puntual en el tema de gestión de riesgos de desastre, especialmente de terremotos en Baja California.