Baja California retrocedió un lugar y se hundió más, de un año a otro, en el Índice de Paz México (IPM), realizado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
En 2022 Baja California ocupó el lugar 30 y en la edición 2023 ocupó el lugar 31 de los 32 posibles.
El estudio es una medición integral de la paz en México que incluye tendencias, análisis y estimaciones del impacto económico de la violencia en el país por cada 100 mil habitantes.
Según esos datos, la violencia en Baja California tuvo un costo aproximado de 263 mil millones de pesos que equivalen a 69 mil 271 pesos por cada habitante.
Este estado tuvo a nivel nacional la tasa más alta de delitos de alto impacto que abarcan tráfico de drogas y delincuencia organizada, y el cuarto lugar de narcomenudeo.
En homicidio doloso se colocó en tercer lugar solo debajo de Colima y Morelos, mientras que en violencia familiar alcanzó la cuarta tasa más alta.
A pesar de obtener una peor calificación de Paz, los bajacalifornianos expresaron tener menos “miedo a la violencia”, por lo que su percepción de inseguridad es menor a los niveles de delincuencia y violencia, dice el estudio.
El presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California (CCSPBC), Roberto Quijano Sosa, opinó que la percepción debe estudiarse de forma separada a las estadísticas de incidencia delictiva, ya que una está basada en datos sólidos y la otra en una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
“Es como una persona que se hace unos exámenes médicos y le dice al doctor que está bien, pero él dice: me siento mal. ¿Cuál es la realidad? Si algunos números dicen que vamos bien pero la percepción ciudadana es que vamos muy mal?”, preguntó.
Comentó que el triple asesinato de los surfistas extranjeros al sur de Ensenada, ocurrido recientemente, fue un tema internacional que traerá un incremento en la percepción de inseguridad.
“La sociedad se siente sumamente preocupada y molesta”, señaló Quijano Sosa.
Tras la muerte violenta de los tres turistas extranjeros y la vinculación a proceso de dos personas posiblemente relacionadas con el crimen, el gobierno del estado afirmó que trabaja en erradicar la impunidad.
Según el boletín, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda dijo que “desde el primer día de su administración se ha trabajado intensamente en atender todos los casos de violencia que se presentan y llevar ante la justicia a los responsables”.
Sin embargo, Quijano Sosa dijo que los gobiernos estatal y federal no se están enfrentando a la delincuencia y no hay detenciones de los cabecillas, pero sí hay ausencia de estrategia y de coordinación entre corporaciones.
Cuestionó los estudios de percepción de inseguridad que realiza el Inegi, pues estos solo se aplican en los municipios de Tijuana y Ensenada, dejando fuera al restos de los municipios donde hay altos índices de inseguridad.
Vicente Sánchez, investigador del Colegio de Frontera Norte (Colef), dijo que los homicidios dolosos y los delitos con armas de fuego, así como el miedo a la violencia, están vinculados a la presencia del crimen organizado en la región.
“Hay delitos que han bajado pero siguen siendo estas incidencias muy altas como para decir que ya estamos en un estado de paz”, refirió Vicente Sánchez.
Dijo que cada vez es más común leer noticias de personas que son detenidas cargando o trasladando restos humanos en bolsas o maletas, algo que hace muchos años no se veía en la región.
“Volvemos a encontrar señales de una violencia extrema y una maldad enorme a pesar de los anuncios recurrentes de que llegaron contingentes militares en apoyo a la seguridad del estado”, señaló el académico.
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“En la actualidad no nos da una imagen de un estado que ya tenga el control de alguna manera sobre el crimen o de avisos que puedan generar una situación de paz. Los cambios siguen siendo mínimos en relación a la magnitud del problema”, agregó.
El presidente del CCSPBC, Quijano Sosa mencionó que en el primer trimestre de este 2024, la mayoría de los delitos fueron al alza en comparación con años anteriores, una situación que se está saliendo de control.