Laura Bueno Medina
Tijuana.-Las bibliotecas públicas municipales están sujetas a las condiciones que se viven en las colonias en las que se encuentran ubicadas, por lo que acciones delictivas, vandalismo y robos menores también las han afectado.
La coordinadora de bibliotecas públicas municipales, Alejandra Claudia Arellano Jurado, precisó en que no se puede decir que alguna de las 23 bibliotecas que se encuentran operando en la ciudad haya sufrido agresiones directas que impidan su actividad, afortunadamente.
El vandalismo, principalmente por grafiti, es el principal hecho que afecta a las bibliotecas, mismo que ha ido disminuyendo con los años, gracias a la labor de las comunidades de protección del inmueble y la concientización sobre la importancia de mantener la biblioteca en buenas condiciones, manifestó la coordinadora municipal.
Un robo de un domo acrílico es lo más reciente que reportaron los bibliotecarios como daños a los inmuebles, mismo que se podrá reponer con el recurso propio de la Red de Bibliotecas Públicas Municipales.
Asimismo, Arellano Jurado manifestó que han sufrido de vidrios rotos en varias ubicaciones, sin embargo, dijo esto se debe a situación o accidentes que ocurren afuera de la biblioteca, todos se han reparado sin complicaciones, puntualizó la funcionaria.
La única biblioteca que ha sido cerrada fue la “Encuentro de culturas”, ubicada en la delegación San Antonio de los Buenos, por determinación del Protección Civil, quien dictaminó que el inmueble se encontraba en riesgo, al tener un talud a un costado que pudiera derrumbarse. Esta biblioteca no ha sido reubicada en otra zona de la demarcación o zonas aledañas.
Mario Baylón, ex coordinador de bibliotecas, señaló que las actividades que se realizan en las bibliotecas son fundamentales para las actividades de las comunidades, por lo que exhortó al gobierno municipal electo a reforzar las actividades de las bibliotecas, desde el reforzamiento de la infraestructura, acervo bibliográfico, personal y seguridad.
De igual manera dijo que se perdió el programa del “Libro Móvil”, el cual era una unidad que la apoyaba y patrocinaba la Universidad Iberoamericana, misma que se perdió al traspasar las bibliotecas de la Secretaría de Educación Pública Municipal al Instituto Municipal de Arte y Cultura en la administración pasada, se perdió un programa esencial que acercaba la lectura a más personas en la ciudad. Pasando de la sesión de la unidad por parte del instituto, dijo el exdirector.
Habló de la falta de apoyo a los bibliotecarios, ya que por biblioteca solo se contrata a un encargado, a excepción de las bibliotecas Benito Juárez e Ignacio Zaragoza, que tienen dos, en ese sentido, manifestó que se requiere de más apoyo para estos trabajadores, para que puedan hacer más para la comunidad.
La limpieza de las zonas en las que se encuentran las bibliotecas está de igual manera dependiente del servicio municipal, el cual está rebasado y existen casos de bibliotecas en las que se instala el sobre ruedas en fines de semana y el lunes aparece mucha basura cercana, teniendo la comunidad y bibliotecario que limpiar ante la falta de recolección de basura.
UN ESPACIO CREADO PARA LA COMUNIDAD
Las bibliotecas públicas municipales ofrecen una serie de programas establecidos desde la Red Nacional de Bibliotecas, entre los que destacan los círculos de lectura, hora del cuento, clubes de lectores, lectura en atril, braille, manualidades, asesoría de tareas, asesorías INEA, inglés, computación y ajedrez.
Existe población a la cual se le ha denominado habitual, la cual acude a las bibliotecas y no se anota, por lo que la coordinadora mencionó que el número de visitas podría incrementar en un 30% si se contabilizara a estas personas.
“Cada biblioteca tiene características diferentes, y esto es porque responde a las necesidades de la comunidad en la que se encuentra, hay algunas en donde la presencia de adultos mayores es muy marcada, otras por los jóvenes y otras por infantes”, comentó Arellano Jurado.
EL FUTURO Y EL VALOR DE LAS BIBLIOTECAS
Si bien cada administración puede implementar programas en las bibliotecas públicas municipales, la tarea primordial es seguir la programación de la Red Nacional de Bibliotecas, por lo que la mayoría se encuentran en el proceso de sistematización, lo cual significa que estarán agregando más herramientas digitales, principalmente, de las que ya se tienen, con el objetivo de tener mayor acervo disponible para las comunidades.
Los historiadores de la ciudad calculan el valor de una biblioteca en al menos 300 millones de pesos, pero no por el inmueble o instalaciones, sino por el servicio que brinda a la comunidad, todos los programas disponibles equivalen a educación y promoción del desarrollo de los asistentes.