Javier Antuna

Ciudad Constitución, Baja California Sur.- El borrego cimarrón es una especie que se encuentra en la sierra de los municipios de Comondú y Loreto ya que esta es su hábitat. A pesar de que se encuentra protegido y en veda, corre el peligro de desaparecer.

En nuestro municipio se siguen otorgando permisos para su cacería, para la cual se abre una temporada que dura aproximadamente de tres a seis meses, generalmente desde el mes de noviembre hasta el mes de abril, y que ha sido motivo de polémica debido a los altos precios en que se vende un permiso para cazar a estos animales.

Su reproducción es escasa, pues las camadas son de una sola cría y también son víctimas de algunas especies de depredadores. Los cimarrones en su hábitat natural pueden llegar a vivir hasta 11 o 12 años de vida y en cautiverio hasta los 20 años.

Es una especie que vive en climas desérticos y cuyo consumo de agua es tan breve que pueden algunas veces pasar meses sin consumir el líquido. Su población se ha visto mermada por las sequías y por la cacería furtiva.

Una de las características que tienen son sus cuernos que crecen curvándose en los lados de la cabeza del animal y que, en los ejemplares machos de mayor edad, son de una majestuosidad impresionante.

Viven en zonas escarpadas para cuidarse de los peligros que los acechan. Estos cuernos y la belleza del animal los hacen trofeos preciados para los entusiastas de la cacería en el país y en el extranjero.

Estos permisos otorgados por la Semarnat y que son subastados en el extranjero llegan a rebasar los 40,000 dólares por cintillo. En estos casos, son limitados los permisos que se otorgan para este propósito pero son un generador de derrama económica para los ejidatarios y para el rescate del hábitat de esa especie. Siempre se otorgan los permisos para cazar animales que estén en su último periodo de vida biológica.