Tijuana.- Al tiempo que se realizaba la transmisión diaria en vivo del gobernador Jaime Bonilla Valdez, dos grupos de protestantes coincidieron en las oficinas del gobierno estatal, esperaban en una puerta del elevador, por donde obligadamente tenía que salir el mandatario estatal para cumplir con su agenda.
El primer grupo de protestantes se reunió a las 9:00 horas en la Unidad de Especialidades Médicas (Euneme), un grupo de pacientes y familiares tras no haber medicamento contra el cáncer, caminaron a las oficinas del gobernador para pedir abasto del medicamento “trastuzumab” para las quimioterapias de mujeres que son tratadas de cáncer de mama.
El segundo grupo de inconformes fueron miembros del colectivo de desaparecidos “Una Nación BuscandoT”, se reunió en el monumento a la madre en el Palacio Municipal, pidieron esclarecer investigaciones en FGE y localizar las desapariciones forzadas.
El grupo de alrededor de 10 familiares de desaparecidos caminó hacia el gobierno estatal para abordar al gobernador.
Una de las protestantes fue Mónica Martínez, llevó un pastel simbólico para Bonilla Valdez, por el cumpleaños número 18 de su hermano José Miguel Martínez, quien asegura fue secuestrado en enero de este año.
Mónica dijo que a pesar de haber entregado los nombres de los supuestos secuestradores y mensajes que les exigían nueve mil pesos para liberarlo, la Fiscalía General no los ha detenido.
“Yo les dije quiénes eran los que secuestraron a mi hermano hace casi un año y no han hecho nada'', dijo Mónica.
Los dos grupos esperaban la salida de Bonilla Valdez para exponerle: uno, por la falta de medicamento oncológico y otro, por omisiones de la Fiscalía General del Estado (FGE) en las investigaciones de desapariciones forzadas.
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Gritaban consignas al mandatario estatal, las mujeres diagnosticadas con cáncer gritaban “Qué salga Bonilla” “Queremos vivir” y “Bonilla, escucha, estamos en la lucha”, gritos que se escuchaba en todo el edificio.
Mientras que colectivos de desaparecidos lanzaban consignas “porque vivos se los llevaron y vivos los queremos”, que retumbaba en las paredes del edificio.
En el inmueble del gobierno estatal, funcionarios trataron de persuadir a los inconformes para trasladarlas a otras oficinas, pero los manifestantes se mantuvieron en el lugar.
Ante el cansancio de algunas mujeres con cáncer, cedieron y hablaron con el secretario de Salud en el estado, Alonso Pérez Rico, quien aseguró que llegaría el medicamento faltante.
A su salida, el gobernador Jaime Bonilla intentó evadirlos con el argumento de que desconocía su presencia y al final los atendió unos minutos y la respuesta fue que serían atendidos en los próximos días.
Al ser cuestionado por la prensa, el gobernador Bonilla Valdez señaló “no los había visto yo y no tenía cita” y mencionó “Van a tener sus medicamentos”.