Tijuana.- Las calles en Tijuana reflejan una mezcla de abandono y pocos recursos que perjudica a los habitantes y además ofrece una triste imagen.
Falta de banquetas, otras intransitables, mobiliario olvidado y soluciones temporales apenas funcionales, se han vuelto algo común en diversas partes.
Lo mismo puede ser el primer cuadro de la ciudad, pegado a la franja fronteriza, que en el transitado bulevar Insurgentes.
“Es deplorable el estado”, dice el expresidente del Colegio de Arquitectos de Tijuana, Ignacio Carlos Huerta, sobre las condiciones en que se encuentran los espacios públicos.
A veces unas piedras detienen la nomenclatura, otras algunas tablas tratan de advertir a los automovilistas que en el suelo hay un agujero que podría dañar los neumáticos o la suspensión de sus vehículos.
En ocasiones el paso del tiempo acaba con la infraestructura, pero también hay daños causados por trabajos de dependencias gubernamentales, e incluso escenarios de pasados accidentes donde las autoridades nunca regresaron.
Todo esto fue captado por la lente de El Sol de Tijuana que se dio a la tarea de identificar aquellos puntos que parecerían que ningún funcionario advierte.
Esto vuelve a la ciudad muy difícil de transitar para peatones y conductores, pero se vuelve todavía peor para personas con discapacidad.
Estas imágenes se han vuelto tan comunes con el paso de los años, que lo extraordinario es encontrar a las autoridades municipales limpiando las calles o reparando algún puente peatonal.
Lo primero ocurre con mucha frecuencia solo cuando el alcalde en turno visita alguna colonia, y los funcionarios de menor nivel ordenan atender las calles por las que pasará el vehículo oficial. Con información de Carlos Luna.