Eliud Ávalos
Tijuana.- La movilidad de la comunidad hondureña cambió desde que salieron de su país en la caravana migrante, manifestó el maestro Gabriel Pérez del Colegio de la Frontera Norte, durante el “Foro de Análisis Sobre Migración: La Caravana Migrante”.
Durante su exposición comentó que, el 10 de noviembre, llegaron los primeros migrantes de la población LGBTTI.
“Este grupo llegó a una casa, luego llegaron 357 al Desayunador Salesiano del Padre Chava y se movilizaron a Playas de Tijuana, al malecón. Luego llega otro grupo que se traslada también a Playas de Tijuana y es cuando empieza el problema”.
El experto en migración comentó que también se dio una convocatoria de vecinos para concentrarse allá en Playas. Recordó que la caravana ha tratado de mantenerse junta una vez que se reúne en algunos puntos, y que esa es la razón de que los albergues no estuvieran recibiendo a la población. Además, a raíz de los movimientos de los vecinos, las autoridades abren un albergue en el deportivo Benito Juárez.
“En un primer momento no estaba habilitado para tanta gente, y es importante porque la caravana se mueve en conjunto y ellos señalan que quieren permanecer en un solo espacio”.
Dijo que las autoridades en el estado tienen una Ley de Protección al Migrante y un Consejo Estatal de Atención al Migrante. Recordó que 14 de noviembre se dio a conocer la solicitud de recursos para atender la contingencia por un monto de 80 millones de pesos.
Destacó además de que la policía federal hizo presencia para reforzar la seguridad y el consulado de Honduras presentó un programa de atención.
“Los albergues tienen población que fluye diariamente ya sean deportados, desplazados, y se tiene personas operativas para atenderlos. La población no se va a los albergues y, en cuanto se habilitó el albergue Benito Juárez, se fueron todos para allá. Hay dos mil 648 personas y se empieza a rebasar la capacidad”.
Ahí también estuvo el doctor Rafael Alarcón, investigador del departamento de estudios sociales de El Colef, quien fue claro al señalar que la intención de la caravana es llegar a Estados Unidos para solicitar asilo, pero se cuestionó hasta qué punto esto es posible.
“Hay refugio y asilo. El refugio se solicita desde fuera de Estados Unidos y tiene números limitados. Entre 2014 y 2016, había unos 80 mil y ahora con Trump son solo 50 mil. El asilo se puede solicitar dentro o fuera de Estados Unidos. Cualquier persona que entre a Estados Unidos por los puertos de entrada tiene derecho de ser entrevistado”.
Indicó que las razones para dar el asilo son restringidas y las hay por persecución por razones de raza, religión, opinión política. Apuntó que hay asilo afirmativo, en puerto de entrada o dentro de Estados Unidos y que no pase un año; también, es el asilo defensivo cuando ya lo van a deportar y el asilo derivativo a conyuges e hijos menores de 21 años.
Dijo que en solo 20 mil 455 personas por razones de asilo fueron admitidas en 2016 en Estados Unidos y de ese número, el porcentaje mayor fue para China, pero países como el Salvador, Guatemala Honduras y México quedan muy abajo.
“El porcentaje de rechazo el más alto es México, junto con Haití, Honduras, Guatemala, Somalia, entre otros”.
