Actualmente hay muy pocos esfuerzos y recursos para atender a la población de migrantes que ha llegado a la ciudad de Tijuana, indicó José Luis Pérez Canchola, titular de la Academia Mexicana de Derechos Humanos.
"Reconozco el trabajo de la Dirección Municipal de Atención al Migrante (DMAM) que me tocó estar ahí, la nueva dirección ha hecho un buen trabajo, está en los albergues y apoyando, pero es mínimo. Estamos hablando de casi 10 mil migrantes que están aquí en la ciudad", explicó.
Pérez Canchola mencionó también que son miles los migrantes que están ubicados en el bordo en condición de calle sufriendo adicciones y enfermedades mentales, y las autoridades locales no han recibido el apoyo necesario por parte de la federación para atender a esta población.
"Creo que el municipio hace bien en atenderlos porque puede perder el control y la ciudad paga las consecuencias en delitos y robos menores", agregó.
Una de las medidas que puede tomar el gobierno del estado, dijo el miembro de la Academia Mexicana de los Derechos Humanos, es apoyar con el pago de los servicios de agua potable a los albergues que lo requieren, pues incluso algunos de estos refugios han sido amenazados con ser clausurados por no realizar sus pagos por estos servicios.
"El agua se utiliza para atender a los migrantes, que es una responsabilidad del gobierno. El estado puede ayudar en la alimentación, lo más urgente es salud, alimentación y atención psicológica. Ahorita hay cinco mil personas en albergues, además de las que están en la calle", agregó.
Para finalizar, Pérez Canchola reiteró que México debe ser solidario con los migrantes que llegan al país, y también con los migrantes connacionales que huyen de la violencia en su estado de origen.
"La novedades ahora es que desde cuatro a cinco años la mayoría son familias, no son gente buscando trabajo, entonces debe protegerse esa gente", concluyó.