Tijuana.-Hasta 40% de los habitantes de los albergues en Tijuana, son migrantes michoacanos desplazados por la violencia, indicó el director de atención al migrante, Enrique Lucero Vázquez
Señaló que la mayoría llega con poco o nada de recursos, además de que llegan en autobús. Dijo que es necesario evitar el éxodo de estos migrantes, con políticas públicas focalizadas en atenderlos, en sus lugares de origen.
Durante el conversatorio “El derecho de todas las personas al asilo”, desarrollado en El Colef, recalcó que es necesario contar con un censo de desplazados forzados internos, la creación de un organismo autónomo que funcione como intermediario entre ciudadano y gobierno. Además de la atención integral por parte de los tres órdenes de gobierno, en la protección en los estados y ciudades de tránsito.
Abordó también la cuestión del desplazamiento forzado en la ciudad de Tijuana, así como una contribución a ensanchar los límites semánticos de lo que constituye el desplazamiento forzoso: no se cruzan fronteras internacionales, son a menudo causados por contextos de violencia criminal o desastre natural.
Por su parte, Maricruz Garrido, representante del albergue Madre Asunta, dijo que tras ser orillados a salir de sus lugares de origen, las familias se quedan sin nada, luego de padecer extorsiones.
ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
“Ponen en peligro su integridad, ponen en peligro la vida de sus hijos. Hemos tenido familias, como madres, hijos y nietos al interior del albergue, donde salieron con lo que traían puesto, dos o tres documentos oficiales para identificarse como tutores legales y ya. Dejan una vida y eso también se convierte en un duelo”, expresó.
Rescató la presencia en el campo de acción de las asociaciones civiles, que se involucran directamente con los desplazados.
En ese sentido, pormenorizó ampliamente los criterios de recepción de los centros de refugiados, así como la estructura institucional, y las actividades a las que tienen que enfrentarse los involucrados, puesto que los migrantes llevan en su equipaje (si llevan equipaje) problemas de toda índole, añadido al hecho de que el instituto al que se refiere, no cuenta con apoyos externos de ningún tipo.