Eliud Ávalos Matías
Tijuana.- El consumo de gasolina ha caído 12%, mientras que el precio creció 6% en lo que va de 2018, debido a factores como el cambio de hábitos de movilidad de los ciudadanos y de las estrategias de traslado de mercancías de parte de las empresas, sentenció el presidente de la Asociación de Propietarios de Estaciones de Gasolina de Tijuana (APEGT), José Luis Noriega.
Dijo que en este momento, los precios, en relación con el sur de California, están muy similares, aunque señala que las variaciones responden a varios factores; por ejemplo, el petróleo, que es la materia prima, ha tenido un incremento en su cotización.
“En 2017, el West Texas cerró en 70 dólares el barril. El precio del combustible en Estados Unidos se ha incrementado también, al igual que ha crecido en la frontera y prácticamente redondeando en 6% de aumento del 1 de enero al día de hoy”.
De acuerdo con el empresario, el aumento en el precio del combustible ha generado un impacto al costo del resto de los productos de consumo. Apuntó que es un efecto en cascada que en una ciudad como Tijuana, que geográficamente está muy distante del centro del país, un porcentaje importante de los suministros llega del interior del país.
Insistió en que la caída en ventas de gasolina es por la modificación de los hábitos de movilidad de las personas. “Las familias ya se transportan menos, tratan de recorrer menos distancias. Las empresas también le han realizado cambios y antes utilizaban las camionetas de seis cilindros y ahora han cambiado a cuatro para reducir el consumo de combustible, y eso ha impactado en la venta de gasolina”.
También señaló que la producción de Pemex ha bajado, que las refinerías producen menos de 50% de su capacidad. Esta caída en la producción la explica por el rezago que provoca por un lado el sindicato petrolero, mismo que a su juicio no permite modelos de alta productividad.
En su análisis explica que no se ha adquirido la tecnología adecuada, se cuenta con equipo obsoleto, mucha carga laboral y esto en su conjunto ha llevado a que la producción vaya a la baja y todo ese vacío, que no se logra en la producción nacional, se tiene que sustituir con importaciones. “Ya 60% de lo que consumimos en el país es de importación”.