/ viernes 9 de septiembre de 2022

Centro Integrador Migrante al máximo de su capacidad

Daniel Aguilar Escobar, esperaba junto a su esposa e hija de dos años fuera del CIM, hasta ese momento sólo les habían mencionado que debían esperar, llevaban más de una hora sentados en la entrada del centro.

Tijuana.- A las afueras del Centro Integrador Migrante (CIM) alrededor de 10 personas esperaban la respuesta de los trabajadores del centro para poder ingresar al lugar, sin embargo, tiempo después les fue informado que no contaban con espacio.

“Baja California, Gobierno del Estado: Advertencia, no hay cupo ni albergue por el momento. No se permite acampar en el exterior de este albergue”, es el mensaje que está colocado en la entrada del albergue, también escrito en criollo haitiano.

Daniel Aguilar Escobar, esperaba junto a su esposa e hija de dos años fuera del CIM, hasta ese momento sólo les habían mencionado que debían esperar, llevaban más de una hora sentados en la entrada del centro.

“Huímos de la violencia de Zamora Michoacán. Me amenazaron porque me tocó ver la muerte de un señor, otro quedó herido y era el papá de un amigo, se me hizo fácil ayudarlo. A los pocos días llegaron a la casa a tirarme, pero yo tenía a mi niña en brazos, se detuvieron por mi hija”, relató Aguilar Escobar mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

El padre de familia mencionó que este jueves era su primer día en Tijuana, y al pedir su opinión sobre la situación que atraviesa la ciudad con la saturación de albergues , dijo que no tenía ninguna.

“Solo quiero que me ayuden porque vengo asustado más que nada. Fui a la línea fronteriza y un policía me dijo que viniera a este lugar”, agregó.

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Afuera del Centro Integrador Migrante también esperaban Abius Desulma y Bendy Bastian, ambos provenientes de Haití, ellos han dormido cuatro días en la banqueta esperando mantener comunicación con sus esposas.

“Como no traemos a nuestros hijos, solo aceptaron a nuestras esposas en el albergue. Entonces a nosotros no nos permitieron entrar. Llevo 23 años casado con mi esposa, mi hijo de 18 años se quedó en Haití”, indicó Abius Desulma.

Minutos después, trabajadores del CIM salieron para anunciar a los migrantes que esperaban que ya no había espacio en el Centro, o debían ser recomendados por alguna organización.

“Tienen que venir recomendados por una organización, tienen que ir al Ayuntamiento o a la Dirección de Atención al Migrante. Todos los albergues están llenos, no hay manera, no los podemos ingresar si no vienen con un documento que los avale”, mencionó una trabajadora del centro.

Tijuana.- A las afueras del Centro Integrador Migrante (CIM) alrededor de 10 personas esperaban la respuesta de los trabajadores del centro para poder ingresar al lugar, sin embargo, tiempo después les fue informado que no contaban con espacio.

“Baja California, Gobierno del Estado: Advertencia, no hay cupo ni albergue por el momento. No se permite acampar en el exterior de este albergue”, es el mensaje que está colocado en la entrada del albergue, también escrito en criollo haitiano.

Daniel Aguilar Escobar, esperaba junto a su esposa e hija de dos años fuera del CIM, hasta ese momento sólo les habían mencionado que debían esperar, llevaban más de una hora sentados en la entrada del centro.

“Huímos de la violencia de Zamora Michoacán. Me amenazaron porque me tocó ver la muerte de un señor, otro quedó herido y era el papá de un amigo, se me hizo fácil ayudarlo. A los pocos días llegaron a la casa a tirarme, pero yo tenía a mi niña en brazos, se detuvieron por mi hija”, relató Aguilar Escobar mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

El padre de familia mencionó que este jueves era su primer día en Tijuana, y al pedir su opinión sobre la situación que atraviesa la ciudad con la saturación de albergues , dijo que no tenía ninguna.

“Solo quiero que me ayuden porque vengo asustado más que nada. Fui a la línea fronteriza y un policía me dijo que viniera a este lugar”, agregó.

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Afuera del Centro Integrador Migrante también esperaban Abius Desulma y Bendy Bastian, ambos provenientes de Haití, ellos han dormido cuatro días en la banqueta esperando mantener comunicación con sus esposas.

“Como no traemos a nuestros hijos, solo aceptaron a nuestras esposas en el albergue. Entonces a nosotros no nos permitieron entrar. Llevo 23 años casado con mi esposa, mi hijo de 18 años se quedó en Haití”, indicó Abius Desulma.

Minutos después, trabajadores del CIM salieron para anunciar a los migrantes que esperaban que ya no había espacio en el Centro, o debían ser recomendados por alguna organización.

“Tienen que venir recomendados por una organización, tienen que ir al Ayuntamiento o a la Dirección de Atención al Migrante. Todos los albergues están llenos, no hay manera, no los podemos ingresar si no vienen con un documento que los avale”, mencionó una trabajadora del centro.

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