Tijuana.- Casi un año después de que empezaran a llegar a Tijuana los primeros migrantes centroamericanos retornados, sigue sin existir un marco legal en México y Estados Unidos, que regule su estancia migratoria en ambos países.
Para activistas en defensa de la comunidad migrante, será necesario mejorar la atención a las personas en tránsito que arriban a la región, tanto los connacionales repatriados, como aquellos extranjeros que solicitan asilo político en el vecino país.
POCOS MIGRANTES CENTROAMERICANOS
El coordinador de Alianza Migrante de Tijuana, José María García Lara, indicó que en la ciudad hay 17 albergues para migrantes operando de manera regular, los cuales tienen capacidad de dar refugio a cerca de mil 500 personas.
De esa cifra, según el activista, menos de 30% corresponde a migrantes bajo el programa de Protocolo de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés). Esto se traduce, en 450 personas en toda la ciudad.
“Teníamos mucha gente de comunidad centroamericana, en el inicio de año, que fue cuando empezó a llegar más gente de sur a norte, gente de Honduras, El Salvador y Guatemala, pero cuando entró el sistema de la Guardia Nacional y del Instituto de Migración, todas esas medidas de chequeo, monitoreo, que hay en el país, ha hecho que disminuya la entrada de comunidad que pueda transitar hacia la zona norte”, explicó el activista.
Además, con las nuevas políticas migratorias impuestas desde la Casa Blanca, ha incrementado la idea de migrantes centroamericanos que optan por regresar a sus países de origen, con el apoyo del programa de regreso asistido, promovido por la
Organización Internacional de Migración. En tanto que otro porcentaje, ha optado por definitivamente quedarse en México, mientras que unos decidieron cruzar de manera ilegal a la Unión Americana.
Para García Lara, el recién inaugurado Centro Integrador para Migrantes, también debe enfocarse en dar atención a las personas de origen mexicano que sean expulsados de Estados Unidos, y aquellos connacionales en búsqueda de asilo político en el vecino país, los cuales representan 70% de la comunidad migrante que hay en la ciudad.
“También se debe integrar a los deportados e incluso gente que viene de sur a norte y son desplazados de violencia, Eso sería muy importante que se previera porque los albergues diéramos mejor atención si fuéramos un poco menos migrantes, ya haríamos el trabajo para tener a la gente mejor atendida, porque este año el gobierno federal nos quitó recursos”, comentó.
Graciela Zamudio Campos, directora general de la organización Alma Migrante, aclaró que el Gobierno Mexicano no está obligado a recibir a los centroamericanos bajo el programa MPP, sin embargo, forma parte de acuerdos entre el país y Estados Unidos.
“Técnicamente son solicitantes de asilo en Estados Unidos, conforme al derecho internacional ellos tienen derecho a quedarse en el país donde están solicitando formalmente la protección internacional, México tiene protección de proteger a las personas que están en su territorio, pero se supone que si ya solicitaron asilo en otro país es ese que tendría que darle la protección”, puntualizó.
Zamudio Campos, aseguró que los migrantes centroamericanos retornados, se encuentran en el “limbo”, por la poca protección que tienen tanto en ambos países, los cuales no brindan total atención a sus necesidades.
“Es difícil que obtengan representación legal de abogados en Estados Unidos y aquí no tienen acceso a seguridad social, vivienda, derechos económicos sociales y cultuales y México tampoco puede hacer nada, porque espera que tengan resolución sus casos”, apuntó.
La activista resaltó la razón humanitaria de dar refugio a la comunidad centroamericana, luego de las expresiones anti migrantes surgidas a finales de 2018, por el Gobierno municipal que encabezaba Juan Manuel Gastélum
“Respecto a las autoridades es que tienen una línea de acción diferente, lo que está en su narrativa se traduzca en la realidad, pero desde mi punto de vista sí creo que van a ser congruentes en esto que plantean como un plan, creo que este tipo de iniciativas debe de ir de la mano de la sociedad civil, no hay nadie más experimentado”, finalizó.