La ausencia de acciones para rescatar al sector empresarial nacional por parte de López Obrador le han valido la desaprobación del gremio. A diferencia de otros países como Estados Unidos, donde se han destinado recursos millonarios a grandes empresas, México no cuenta con la fortaleza financiera para realizarlo.
La diferencia entre un país de primer mundo y uno de tercero es evidente y se visibiliza en la solidez económica para enfrentar una crisis. El director del Departamento de Estudios Económicos del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), Eduardo Mendoza, expone.
"No podemos comparar a Estados con México. Yo creo que el gobierno de México puede apoyar a pequeñas industrias, pero pensar que puede apoyar a grandes empresas es complicado, no porque no fuera desearlo, sino porque no tiene los recursos suficientes".
"En Estados Unidos ya salió un paquete de dos billones de dólares y luego otro recurso de la Reserva Federal. Lo han dividido para grandes empresas aeronáuticas y grandes que empresas que cotizan en la bolsa", sostuvo.
En lo que refiere a los empresarios del país, han sostenido que no buscan que se les otorgue recurso económico, sino que sea a través de la prórroga o condonación de impuestos como el IVA (Impuesto Valor Agregado), ISR (Impuesto Sobre la Renta), entre otros, como se les apoye para mantener operaciones.
Si bien, el Estado mexicano parece no tener la suficiente fuerza económica para rescatar a las grandes empresas, se debe tratar de reavivar el poder adquisitivo de los ciudadanos; apunta el investigador.
"En Estados Unidos una parte importante del recurso va ser a la gente porque hay mucho desempleo. Para mitigar esa cuestión social están dando alrededor de 1,000 dólares por persona. Esto es para no generar disrupciones en otras áreas como bienes raíces, alimentación, que la gente pueda consumir lo mínimo".
Este hecho, finaliza, es de vital importancia ya que mantener empresas funcionando, pero por otro lado personas sin capacidad de adquirir productos, terminaría causando un efecto conocido como choque de demanda, es decir, variaciones en el gasto público y la inversión.
“Creo que el gobierno de México puede apoyar a pequeñas industrias, pero pensar que puede apoyar a grandes empresas es complicado” Eduardo Mendoza investigador de El Colef