Juan Miguel Hernández
Tijuana crece para arriba. Atrás quedaron los desarrollos habitacionales ubicados en la periferia de la ciudad, con escasas opciones de transporte público y alejados de los centros de trabajo y escolares.
Desde el 2018, según el Consejo Estatal de Profesionales Inmobiliarios, se ha iniciado la construcción de más 50 obras verticales en Tijuana, todas ellas ubicadas en la parte centro y oeste de la ciudad.
Como se desarrolla Tijuana, también incrementa la demanda de agua. Actualmente desde el Río Colorado, se bombean 5 metros cúbicos por segundo de agua, para suministrar del vital líquido a los casi 2 millones de habitantes que residen en esta frontera.
CARECEN DE FACTIBILIDAD DE SERVICIOS
El director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), José Carmelo Zavala Álvarez, señaló que para la construcción de los edificios verticales, se requiere garantizar la factibilidad de servicios para agua y drenaje, electricidad y vialidad. En el tema del agua, el asunto cobra mayor relevancia, al costar tanto a los ciudadanos el bombear el líquido desde el Río Colorado.
“Esos edificios deben considerar la factibilidad de servicios, pero también debe ser menos demandantes de agua, en medida de que sean edificios ambientalmente, con tecnología verde, con sistema de agua y hasta de rehúso de agua”, expuso.
El experto hizo énfasis en la necesidad de otorgar los permisos de construcción, con base a la capacidad que tiene la ciudad de suministrar el servicio de agua y no de la demanda de vivienda, como actualmente ocurre.
“Hay algunas zonas de la ciudad donde sí se pueden sacar ramales grandes para estos edificios, hay otros donde la obra es gigantesca. Hay que desarrollar en función de eso, son limitantes para el desarrollo, si quieres poner un edificio de 20 pisos, a lo mejor nada más caben 10. Es como si quisieras combatir la obesidad, pero comprando una talla de pantalón más grande. Esto no va a terminar nunca, tenemos que poner límites a los desarrollos, hasta aquí”, manifestó.
Ante el boom inmobiliario que vive Tijuana, Zavala Álvarez dijo que los edificios deben contar con descargas sanitarias de bajo volumen, para que esto no genere presión sobre las líneas ya existentes, ya que actualmente los tubos están de un solo tamaño, para agua y drenaje.
NO HAY RIESGO DE FALTA DE AGUA
El expresidente del Colegio de Arquitectos de Tijuana, José Luis Araiza Velazco, descartó que la edificación de más de 50 construcciones verticales, represente un riesgo para el suministro de agua.
“El suministro de agua es relativo porque Tijuana cuenta con una dotación que va en proporción a la población. Nuestra agua mayormente viene del Río Colorado y tenemos una dotación asignada para la ciudad, esa tiene ajustes de acuerdo a la población”.
El impacto que se pueda generar es relativo, porque si a Tijuana le da el agua para dos millones de habitantes, y tienen programado crecimiento a dos millones 200 mil, el aumento en esa dotación, va a servir para el suministro de esa población” expuso el especialista.
Araiza Velazco, vio positivo el desarrollo de construcciones verticales en la ciudad, ya que esto representa un menor costo para el desarrollo de infraestructura hidráulica.
“Pudiéramos pensar que en hora pico el suministro no pudiera ser suficiente, sin embargo tenemos un consumo concentrado, no tan disperso, sería más factible surtir agua en las zonas internas de la ciudad, que en las zonas de la periferia, porque aquí ya tenemos instalado una infraestructura”, apuntó.
El expresidente del Colegio de Arquitectos de Tijuana, resaltó que los edificios en construcción, cuentan con cisternas y sistemas de almacenamiento de agua, lo que significa en menos presión para el sistema de bombeo de agua.