Crisstian Villicaña
Son 32 las cuencas que corren a través de la ciudad, 29 de ellas llegan al Río Tijuana, mientras que las restantes terminan en Playas de Rosarito. Estos espacios que se abren camino entre las colonias, han sufrido el paso de la sociedad, siendo contaminados con basura de distintos tipos, la cual termina llegando al flujo del río, afectando con ello al mar del Océano Pacífico.
Muñecos, latas, ropa, televisiones, llantas, incluso muebles se pueden encontrar en los canales pluviales de la ciudad. La falta de conciencia por parte de algunos ciudadanos da como resultado esto, espacios que padecen de una fuerte contaminación que no sólo afecta a los mares, también a los vecinos que colindan con los canales, los cuales tienen que soportar malos olores, infecciones, plagas de insectos.
El problema radica en que muchos de los canales han servido como basureros, refugios improvisados para personas en situación de calle, los cuales suele llevar basura al lugar, quemarla o simplemente dejarla ahí.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) es la encarga de mantener estos espacios en función realizando limpiezas cada cierto tiempo, hecho que no se da de manera recurrente, al grado que la misma canalización del Río Tijuana ha quedado en el olvido en la cuestión de limpieza.
En lo que respecta al gobierno municipal, hay épocas del año, en especial cuando hay precipitaciones, en donde lleva acciones de limpieza de canales y desarenadores, rehabilitación de pluviales, sin embargo, no son suficientes para erradicar la notable contaminación que presentan estas cuencas.
La necesidad de que se comiencen a realizar trabajos de limpieza en los canales es urgente, a la par, se vuelve indispensable que se concientice a la ciudadanía de mantenerlos libre de basura, así mismo, que se eleve la denuncia al percatarse de acciones que dañen el agua, un recurso que cada vez es menor en la ciudad.