Alejandra García
San Diego.- Este miércoles se cumplen ocho días desde que activistas y defensores de derechos de migrantes iniciaron una huelga de hambre en el condado de San Diego, como protesta por la problemática de separación de familias que se registró en la Unión Americana y solicitar la eliminación del departamento de ICE.
La medida fue descrita como una “acción de sacrificio y amor con el más fuerte sentido de solidaridad hacia las comunidades oprimidas que residen en la Unión Americana”. La intención es hacer también un llamado al actual gobernador de California, Jerry Brown, para que declare públicamente su apoyo en la abolición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, ICE por sus siglas en inglés.
A través de un comunicado, los organizadores explicaron que el llamado se hizo extensivo al fiscal general de California, Xavier Becerra, así como a los funcionarios electos locales de San Diego.
El movimiento, descrito como nacional, inició el pasado 10 de julio. Las familias se han establecido en un parque ubicado en el número 311 de la avenida Athey, en San Ysidro, California. La intención, aseguraron, es cumplir la huelga de hambre programada del 10 al 23 de este mes, en solidaridad también a las decenas de familias afectadas por las medidas antimigrantes del gobierno federal, y que se reflejó en la separación de miles de niños de sus padres, al cruzar la frontera hacia los Estados Unidos.