Juan Miguel Hernández
Tijuana.- “Debido a la fuerte crisis de seguridad que viven algunas entidades federativas, como Michoacán y Guerrero, han llegado a Tijuana y a Mexicali miles de desplazados por la violencia, quienes tienen la intención de solicitar asilo a Estados Unidos. La gran mayoría serán repatriados después de cruzar la frontera y presentar la entrevista de “temor fundado” con autoridades migratorias.
Lo anterior se plantea en el estudio elaborado por El Colegio de la Frontera Norte y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, “Migrantes haitianos y centroamericanos en Tijuana, Baja Calififornia, 2016-2017. Políticas gubernamentales y acciones de la sociedad civil”.
En el mismo informe se retoman datos del gobierno de Estados Unidos que señalan que solo cerca de 4% de las solicitudes de asilo de mexicanos son aprobadas. De esta manera pasan de ser solicitantes de asilo, a ser desplazados internos.
En el estudio se cita el Informe Especial sobre Desplazamiento Forzado Interno (DFI) elaborado por la CNDH en México, en el que se señaló que este fenómeno migratorio se da “en un contexto de lucha entre los cárteles por las vías de transporte de droga y los campos de producción pues la presencia de grupos de la delincuencia organizada en disputa por el dominio de ‘la plaza’ origina enfrentamientos que afectan a toda la población y, en algunos casos, sólo se presentan a la población dos opciones: colaborar en los actos ilícitos o abandonar su lugar de residencia”.
También se señala la tendencia a que el DFI ocurra en grupos grandes de más de 100 personas o de comunidades enteras. Los testimonios recabados por ese organismo nacional refieren actos de extrema violencia contra la población antes de que se haya visto a abandonar sus bienes y sus lugares de origen.
En ese informe, que retoma El Colef, la CNDH identificó como expulsores por desplazamiento forzado a los estados de Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Jalisco, Sinaloa, Tamaulipas, Michoacán, Durango, Veracruz y Oaxaca. En cuanto a los estados receptores de personas desplazadas, fueron Chihuahua, Guerrero, Sinaloa, Tamaulipas, Nuevo León, Colima, Ciudad de México, Oaxaca y Baja California.
En lo que respecta a los migrantes de El Salvador, Honduras y Guatemala, el estudio indica que, entre 2013 y 2015, el número de solicitudes de asilo de ciudadanos de esos tres países pasó de 13 mil 722 a 49 mil 557. Cerca de 12% de las solicitudes terminaron en el reconocimiento de asilo. En México, el número de solicitudes de refugio por parte de ciudadanos de los tres países centroamericanos se multiplicó por nueve entre 2013 y 2016, pasando de 887 a 8 mil 44. Aun así solo 1% de las personas centroamericanas que entran a México solicitan el estatus de refugiado.