Tijuana.- De un año a otro se duplicó la atención de emergencias por sobredosis de drogas, y en el fondo parece asomarse nuevamente el fentanilo.
De acuerdo con las estadísticas de la Cruz Roja Tijuana, de enero al 16 de agosto de 2020 tuvieron 209 casos, y en ese mismo periodo, pero de este 2021, la cifra aumentó a 451.
Juan Carlos Méndez Torres, coordinador de socorro de la benemérita institución, indicó que son las autoridades sanitarias estatales las que tienen que confirmar si se trató de sobredosis por fentanilo, pues la Cruz Roja de Tijuana únicamente atiende los llamados de emergencia como casos de sospecha. Las personas presentan síntomas que tienen que ser tratados de inmediato para salvarles la vida.
Señaló que a estos pacientes con síntomas de intoxicación por abuso de drogas se les aplica el medicamento naloxona, y los pacientes que consumieron fentanilo requieren de dosis más grandes para sobrevivir.
“Es más difícil de revertir que la misma sobredosis de heroína. El fentanilo es más fuerte que la heroína. En palabras más comunes, 50 veces más que la heroína (...). Una sobredosis de heroína, nosotros observamos beneficios favorables cuando administramos un ámpula, máximo dos, y con fentanilo hasta cinco o siete ámpulas, porque es más fuerte que la heroína. Son pacientes que vuelven a recaer por los efectos de la sobredosis, se revierte (el medicamento para contrarrestar la droga) y luego vuelve a tener una sobredosis y ahí es cuando sospechamos que pudiera ser fentanilo”, comentó el rescatista.
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Desde hace varios años el fentanilo está en el comercio ilegal de Baja California y el primero en denunciarlo fue el antropólogo Víctor Clark Alfaro, cuando autoridades lo negaban.
Ha dicho que evolucionó porque inicialmente los vendedores de drogas lo rebajaban con heroína, pero ahora lo mezclan con drogas como cocaína y “cristal” que es vendido a clientes que desconocen lo que inhalan.
“El crimen organizado ingresó al mercado ilegal del fentanilo desde hace varios años, pero es vendido como ‘cristal’ o cocaína, drogas que están rebajadas con fentanilo, porque su producción es más barata, el efecto es más duradero, se prolonga por varias horas, pero en más dañino”, agregó.
El tráfico y consumo de fentanilo se tiene documentado desde mediados de los años noventa en Estados Unidos, e incluso esas autoridades emiten alertas y campañas para informar de la peligrosidad de consumo de esta droga por sobredosis.
Entregan a la población medicamento de naloxona en polvo, que puede ser inhalado en una emergencia.
Pero en Baja California el tráfico del fentanilo parece un tema tabú del que las autoridades prefieren no hablar y no existe una alerta sanitaria. La naloxona para revertir una sobredosis, únicamente existe para el uso intravenoso o intramuscular y no es accesible, porque está bajo control médico.
UN USUARIO
“Antonio”, cuyo nombre es ficticio, se asumen como “consumidor social” de cocaína.
Asegura que solo la usa los fines de semana cuando se excede de alcohol y quiere continuar la fiesta que se prolonga hasta el amanecer.
Y admite que es imposible darse cuenta si la droga que consume es cocaína o fentanilo, pues no tienen característica que las diferencien.
“No existe un olor o característica que te puedas dar cuenta qué tipo de droga es, pues no sabes si te vendieron cocaína por fentanilo. Y ¿a quién le reclamas? Es un consumo ilegal”, dice con una sonrisa burlona.
Cree que el consumidor sabe a lo que se enfrenta, pero son decisiones que toman en estado de ebriedad.
Carlos Flores, comisionado de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI), señaló como un hecho “internacional” que se trafique el fentanilo mezclado con otras drogas, pero no quiso detallar que la misma problemática se registre en Baja California.
“Lo que se ha visto a nivel internacional, sobre todo en Estados Unidos, que es el mercado final que tiene en su gran mayoría ese tipo de droga, es que sí lamentablemente la gente que se dedica a la venta de droga al menudeo está mezclando el fentanilo con otro tipo de drogas y muchas veces los usuarios sin saber lo que están consumiendo, consumen las mismas cantidades de dosis y puede tener consecuencias de carácter fatal. De por sí no es recomendable el uso de ningún tipo de droga, hay que tener mucho mayor cuidado”, añadió.
Al ser cuestionado sobre la necesidad de emitir una alerta sanitaria y mecanismos para informar a los consumidores de la peligrosidad de consumir drogas inhaladas rebajadas con fentanilo, que se está vendiendo como cristal o cocaína, señaló que serán las autoridades sanitarias las que tienen que emitir esa recomendación.
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“Una alerta sanitaria corresponde a la Secretaría de Salud, porque las drogas tienen que ver con la Ley General de Salud”, apuntó.
Las sobredosis por fentanilo no solo han afectan a la población civil, también llegó hasta las corporaciones policiacas.
A finales de mayo pasado cuatro personas, entre ellos dos elementos de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación, fueron hospitalizadas tras intoxicarse por el uso de fentanilo durante una fiesta en el área de Otay, en Tijuana.
Presuntamente las personas inhalaron fentanilo pensando que era cocaína.
En otro hecho, el pasado 11 de agosto, tres personas llegaron por la misma razón al hospital de la Cruz Roja en Playas de Rosarito.
Uno de ellos, empleado del Ayuntamiento de esa ciudad, murió antes de llegar al nosocomio, y sobrevivieron un agente policiaco y otro trabajador municipal.
