Tijuana.- Fueron varios días los que Blanca visitó el penal de La Mesa para conocer la salud de su padre. En el lugar le decían que estaba bien. Al poco tiempo y luego de la intervención de un abogado, pudieron conocer la realidad, el hombre de 79 años llevaba tiempo enfermo, sin poder respirar.
El interno fue sacado de la penitenciaria entubado para trasladarlo en ambulancia al Hospital General, antes de ello, las autoridades del lugar negaban que hubiera enfermos, según narra la hija del afectado. "Él me llama y dice que siente muy mal, que no le dan medicina, que le lleve".
Tras intentar entregar los medicamentos y comunicarse con el enfermo, las negativas de brindar información continuaban en el reclusorio pese a la exigencia de Blanca. La llamada de un recluso informándole sobre la cada vez más complicada situación que vivía su padre, la alertó aún más.
Los teléfonos ahí están intervenidos, entonces él me tuvo que hablar en clave. Me dijo que la 'abuela estaba enferma', que se estaba muriendo sin medicamento en urgencias. Es entonces que me voy de nuevo a buscar a ver a mi papá.
"Llego al lugar y a los minutos una muchacha que entró al penal me dice que vaya a Derechos Humanos porque mi papá está muy grave. Que los oficiales no quieren decir nada y es cuando hablo a mi licenciado, cuando él llega a los cinco minutos sacan a mi papá en la ambulancia", narró.
El hecho, despertó en Blanca muchas dudas al igual que enojo, ya que en repetidas ocasiones no encontró respuestas reales por parte de las autoridades del reclusorio, las cuales pareciera quisieran dejar morir a los internos, agrega.
"El director me juraba que no había Covid-19 en el penal, y hasta la fecha me sigue diciendo que no hay, cuando mi papá es casi 100% que lo tenga por las reacciones que presenta, eso me dicen los médicos".
"En el penal hay mucha gente con Covid-19. Nosotros pudimos saber porque nos movimos, sino yo creo que nos hubieran avisado ya que mi papá estuviera muerto", finalizó.